Abogando por la Renovación Estructural

Durante más de cuatro años, Ron, un socio jubilado de Ernst & Young, ha aplicado su experiencia empresarial, ofreciendo su tiempo y talento como voluntario, a petición del Obispo Oscar Cantú y de los líderes de la cancillería, en oportunidades para mejorar la estructura diocesana y los esfuerzos de evangelización. En el comité del plan pastoral, aboga especialmente por la colaboración entre parroquias y una compensación justa.

Ron, al dedicar libremente sus años de jubilación a la diócesis y ahora como director espiritual capacitado, siente que está respondiendo al llamado de Dios. “Dios me ha bendecido un millón de veces, así que solo busco ayudar donde sea que el Espíritu me lleve.” Afirma que sus años en el mundo empresarial fue entrenamiento para su trabajo actual en la Iglesia. “La oportunidad de ayudar a nuestra Iglesia local a lograr una renovación espiritual es abrumadora e inspiradora, mucho más importante que cualquier compromiso con un cliente durante mis 33 años de servicio profesional.”

Ron atribuye a las personas que ha conocido en la Iglesia como una gran parte de la razón por la que se despierta inspirado. “Son tantas las gracias que estoy recibiendo a través de las personas fantásticas que conozco en la Cancillería y en nuestras parroquias y escuelas. La pasión que observo en tantas personas, clérigos y laicos por igual, que aman a Dios y a nuestra Iglesia más que a cualquier otra cosa es un rayo de esperanza en cuanto a lo que es possible.” Ron compartió cómo su propia fe se activó hace unos ocho años.

Aprendiendo a Orar

Fue la invitación personal y persistente del Padre Brendan McGuire y el ánimo del Padre Dave Ayotte lo que inspiró a Ron a asistir a un retiro de fin de semana en El Retiro, el centro de retiros Jesuita en Los Altos. Durante ese fin de semana, Ron se encontró confrontado con la realidad de su relación con Dios. “Nos pidieron que ‘hiciéramos un dibujo de dónde estaba Dios’ en nuestras vidas. Dibujé un punto en el centro, y ese era yo. Luego, dibujé un círculo grande a mi alrededor, con un punto más allá del borde del círculo. Y les dije a todos que era un sistema de radar militar porque Dios estaba ubicado tan lejos que se necesitaba un radar para detectarlo.”

Ron pasó el resto del retiro escuchando cómo los participantes ponían a Dios en el centro de sus vidas; fue el comienzo de un viaje espiritual. Ron recordó: “Hacer los Ejercicios Espirituales Ignacianos me enseñó muchas cosas: cómo orar de diversas maneras, cómo reflexionar profundamente sobre las lecturas que había pasado por alto, cómo llevar un diario de mis experiencias de oración y cómo compartir estos nuevos pensamientos y sentimientos con mi director spiritual.”

Además, Ron cuenta que, con el tiempo, ha llegado a confiar más en el Espíritu Santo que en sus propios esfuerzos. “Todas las noches, parece que agoto la sencilla oración de ‘Ven, Espíritu Santo, ven.’”Aparte de estas técnicas de oración que surgieron de los ejercicios ignacianos, reconoce que las escuelas católicas alimentaron su fe en la niñez.

Una Pasión por la Renovación

“En ese momento no lo valoré, pero las Hermanas de la Presentación fueron absolutamente increíbles. Me mantuve en contacto con mi maestra de octavo grado y directora de la escuela, la Hermana Vianney Buckley, hasta que murió, hace apenas un par de años, a la edad de 94 años.” Ron también recuerda que la estructura subyacente de su educación impulsa su pasión actual por las escuelas católicas. “La estructura, en forma de ayuda para la matrícula, me permitió asistir a la escuela católica. ¡Es por eso que me apasiona tanto la estructura!”

La Directora Diocesana de Comunicaciones, Cynthia Shaw, está muy interesada en colaborar con Ron. Ella cita cómo, “Ron tiene un don único: puede convertir datos y hojas de cálculo en una historia de renovación y esperanza. Sus ideas han sido fundamentales durante todo el proceso de planificación sinodal y pastoral, pero lo que realmente lo distingue es su pasión por la Iglesia. Para Ron, los números nunca son solo números: representan las vidas, la fe y las oportunidades de servir al pueblo de Dios.”

Arraigados en Cristo, Juntos en la Misión:

La experiencia de Ron es un ejemplo de cómo un discípulo misionero, arraigado en Cristo y renovado espiritualmente, ve cómo toda su vida se transforma en un camino centrado en la misión. De manera similar, la diócesis también está en un camino de renovación, arraigándose en Cristo para unir a la diócesis en la misión. Por esta razón, los colegas de Ron se sienten muy alentados por su servicio y su dedicación a la oración.

Rosio González, Directora de Operaciones Diocesana, compartió sobre su experiencia con Ron: “Si bien Ron ha estado ayudando a procesar datos y brindar aportes durante todo el proceso, me sorprendió lo entusiasmado que ha estado con la iniciativa de oración: ¡su pasión es lograr que todos en nuestra diócesis se entusiasmen con la oración!” Su compromiso con la oración lo impulsa a actuar en el presente. “Es por eso que la renovación estructural de nuestro plan pastoral es tan importante,” explicó Ron, “porque se necesita estructura para ofrecer programas y retiros inspiradores de oración, para atraer personal capacitado y hacer crecer la fe de nuestra gente.”

El Fruto de un Espíritu Generoso

El 3 de diciembre del 2000, Joy, que había estado estudiando en privado durante más de un año, fue bautizada y recibió la mayoría de los sacramentos católicos en una hermosa celebración familiar. Pero el cáncer contra el que había luchado con tanta valentía durante más de tres años la venció y murió inesperadamente menos de 24 horas después a la edad de 70 años.

Su modelo de generosidad impregna la vida de Ron, aunque humildemente expresó su profundo deseo de haber centralizado la fe antes. “Cuando aprendí a rezar, mis hijos ya habían terminado la universidad.” Sin embargo, al igual que sus propios padres, Ron y su esposa Ann enviaron a sus hijos a escuelas católicas y participaron activamente en su parroquia, escuela y comunidad. Ron compartió con orgullo que su hija Erin se había casado recientemente por la Iglesia.

La dedicación de Ron a la renovación espiritual y el plan pastoral son un testimonio del espíritu generoso de Joy Hallagan. Ron es el primero en admitir que todavía está aprendiendo. Por extensión, también se podría decir que toda la diócesis todavía está aprendiendo al comprometerse con la renovación estructural. Para Ron y para todos, los cambios buenos comienzan con una relación con Cristo, y Ron reconoce que todavía está en proceso para él. “Es una relación que está creciendo y espero que continúe; nunca terminamos.”