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 | Por Marissa Nichols

Papa Francisco, Mi Ex Decano Académico

Elsa Torres recuerda cuando el Papa Francisco fue elegido.  Originaria de Argentina, vivía en el país en 2013 cuando finalizó el cónclave. Recordó, “La gente salió ondeando las banderas blancas y amarillas del Vaticano. Estaba en una avenida principal de Buenos Aires y el tráfico estaba completamente paralizado. La gente se arrodillaba y lloraba.” En ese momento, Elsa sintió que la intensidad de las emociones que se vivían en todo el país solo era comparable a las campanas de las iglesias que resonaban por todas partes.

“Estábamos tan felices, tan emocionados por la noticia de un papa argentino. Imagínense a la gente yendo y viniendo, rezando y riendo y demás. Nunca imaginé que una persona a la que conocía tan de cerca llegaría a ser papa.”

Elsa estudió en la Universidad del Salvador en Buenos Aires a principios de la década de 1960. Durante esos mismos años, un joven jesuita, Jorge Bergoglio, era el decano académico del departamento de Humanidades. El hecho de que él pudiera haber estado directamente involucrado en la aprobación de sus cursos, y que ella lo haya visto como un joven caminando con paso rápido por el campus con su sotana, es algo que Elsa recordará para siempre.

Como muchos argentinos, Elsa recuerda cosas del Papa anteriores a su pontificado. Por ejemplo, durante la guerra en Argentina de 1975 a 1983, el Padre Jorge Bergoglio se ofreció a trabajar directamente con los pobres y marginados, poniendo en gran riesgo su vida. Posteriormente, se convirtió en arzobispo de Buenos Aires en 1998 y fue elevado a cardenal en 2001 por el Papa Juan Pablo II. “Escuché que estaba haciendo cosas grandes y extraordinarias por los pobres de las zonas empobrecidas,” compartió Elsa. El servicio humilde del Papa Francisco y su disposición a trabajar con los más vulnerables son lo que Elsa siente que más recordará de él.

“Para mí, él era la persona que más representaba el amor de Dios. Era tan humilde, aún usaba zapatos que trajo de Argentina. Murió con solo 100 dólares en su cuenta bancaria, incluso cuando su salario era de 300,000 euros al año.” Historias similares sobre el Papa Francisco circulan en los medios de comunicación, incluyendo cómo fue enterrado con sus humildes zapatos marrones, cómo donó su salario papal a diversas causas y cómo donó el famoso “papamóvil” para recaudar fondos en Gaza.

Elsa explicó lo que esto significa para ella personalmente: “El Papa Francisco me hizo creer que no necesitamos cosas extra. Me hizo sentir día a día que la ropa no hace a la persona, que las cosas que tenemos no son nuestra identidad. Es teniendo a Dios que nos tenemos a nosotros mismos. En los últimos 10 años, me he dado cuenta de esto más que nunca: que tener cada vez más cosas no te hace mejor persona.”

Ahora, con más de 80 años de edad, esta lección también se presta a una metáfora que, en su opinión, representa mejor al Papa Francisco: la del tradicional mate de hojas sueltas. Los argentinos consumen mate con un sorbete especial. Para Elsa, esta es la metáfora perfecta del Papa Francisco, como explica: “Cuando tomas mate, es una bebida portátil que se puede compartir. El Papa Francisco vivió compartiendo lo que tenía con los demás. Además, cuando compartes un mate con alguien, es imposible ser su enemigo. Son hermanos y hermanas bebiendo de la misma taza. Así era el Papa Francisco. Él veía a todos como sus hermanos y lo daba todo. Fue un ejemplo del amor de Dios en todo lo que logró.”


Elsa Torres es abogada argentina. Su parroquia es Saint Nicholas y Saint William.

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