| Father Gerald Nwafor

Enfoque en la Semana Nacional de Concientización Sobre las Vocaciones: El Sacerdote Necesita Oraciones

Un día después de la Misa matutina, un feligrés se acercó a verme con semblante triste. Me preocupé porque normalmente era una persona muy alegre. Le pregunté qué le pasaba. Me contó que su querido amigo sacerdote estaba enfermo. Le di el pésame y me ofrecí a ofrecer misas por la sanación de su amigo.

Entonces su respuesta me sorpendió: dijo que no creía que su amigo sacerdote necesitara oraciones porque ese clérigo era conocido como un “guerrero de la oración.”
Su comentario me dejó desconcertado. Le aseguré amablemente que todos necesitamos oraciones, ¡especialmente los sacerdotes!


La Vocación Sacerdotal Está en la Mira del Enemigo.


Animé al feligrés a llamar a su amigo sacerdote para saber cómo seguía. También animo a todos en la Diócesis de San José a seguir orando por los sacerdotes, porque incluso para los clérigos con experiencia, nuestra vocación a menudo está en la mira del enemigo. El diablo se deleita tentándonos a alejarnos de vivir plenamente nuestro llamado sacerdotal.
Invito a todos a considerar que las tentaciones que enfrentamos suelen ser especialmente intensas para quienes sirven como sacerdotes de Dios. San Pablo nos recuerda que aquellos elegidos de entre el pueblo para interceder por él deben ser ellos mismos sostenidos en oración.
Como sacerdote, le aseguré al feligrés —y se lo aseguro a todos los que lean estas palabras— que yo mismo necesito más oraciones.


La Oración Es La Fuente De Nuestro Ministerio


Mientras el feligrés añadía el nombre de su amigo al libro de intenciones, me impactó la vulnerabilidad que podemos sentir los sacerdotes. No es fácil pedir oraciones a nuestras congregaciones. Algunos feligreses se sorprenderán al saber que nosotros, aunque estamos cada día ante Dios en el altar, también necesitamos oraciones.
Llevamos la luz del mundo a los demás, pero nosotros mismos no somos ángeles. La oración es el combustible que necesitamos para seguir iluminando el mundo.
Oren para que permanezcamos unidos a Dios, la fuente principal de nuestra fortaleza. Oren para que nos mantengamos fieles a nuestra vocación como sacerdotes y pastores, sirviendo a nuestras comunidades parroquiales con amor y humildad.


Los Sacerdotes Son Humanos


Todos los sacerdotes sufren como el resto de las criaturas de Dios. Cuando nos cansamos, experimentamos las mismas debilidades e imperfecciones que cualquier otro ser humano.
Las Sagradas Escrituras nos aseguran que“no por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu.” Orar por el sacerdote es una manera importante en que los laicos pueden vivir su responsabilidad cristiana.
Créanme cuando les digo que todos los sacerdotes necesitamos sus oraciones para poder servirles bien. Ya sea para tener la fuerza de levantarnos temprano y celebrar la Misa, o la gracia de administrar los sacramentos a los enfermos, contamos con sus oraciones. También necesitamos la oración para tomar buenas decisiones y permanecer firmes en la fe.
Ya que somos pastores que guiamos el rebaño de Dios, con mucha razón se nos exige más. Esta no es una vida fácil, pero es una que hemos elegido de todo corazón. Por eso, invito, animo y humildemente ruego a los fieles: ¡oren constantemente por sus sacerdotes! Es a través de sus oraciones que un pastor puede cuidar bien de su rebaño y llevar a todos a Cristo.


Oración y Renovación


Un sacerdote también necesita apoyo tangible. Por eso, la renovación espiritual de la diócesis es tan esencial. Con sus oraciones y mediante la implementación del Plan Pastoral Diocesano, los sacerdotes pueden cumplir mejor con sus deberes primordiales como buenos pastores- cuidar a los enfermos, apoyar a los débiles, consolar a los afligidos, perdonar a los penitentes y celebrar la Eucaristía digna y alegremente.
Disfrutemos también del don del compañerismo dentro de la comunidad del pueblo de Dios, tanto dentro como fuera de la rectoría.
Con la última exhortación de San Pablo, recuerden: la fe sin obras está muerta. Créanme cuando les digo que los sacerdotes necesitan tanto sus oraciones como su apoyo en este tiempo de renovación. Mediante su intercesión, servicio y las acciones concretas del plan, cada pastor podrá seguir cuidando fielmente del rebaño y guiando a todos a Cristo.
 

El Plan Pastoral Diocesano invita a todos nuestros líderes a reflexionar, evaluar y renovar su vida espiritual. La oración es el medio más poderoso para profundizar nuestra relación con el Señor. Esta reflexión destaca la conexión entre las oraciones del sacerdote y las oraciones de la comunidad por sus sacerdotes.

El Padre Gerald Nwafor es el Vicario Parroquial de la Parroquia de San Justino.


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