| Por el personal de FAITH Catholic

Requiescat in pace Su Santidad Papa Francisco

Más de 250.000 personas asistieron a la Plaza de San Pedro el sábado 26 de abril para participar en las honras fúnebres del Papa Francisco. Su Eminencia Reverendísima, el Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, presidió la liturgia funeral a las 10 de la mañana, a la que asistieron más de 200 cardenales y 750 obispos y sacerdotes, más de 50 jefes de Estado, delegaciones extranjeras de más de 130 países y 4.000 periodistas.

A petición suya, el Papa Francisco fue enterrado en un sencillo ataúd de madera. Al término de la Misa, su féretro fue colocado en el papamóvil y transportado por las calles de Roma, que estaban repletas de dolientes, hasta la Basílica de Santa María la Mayor. Allí fue enterrado en una tumba sencilla, que sólo lleva su nombre: Franciscus. Cerca de la tumba hay un icono de la Virgen María a la que era muy devoto: Salus Populi Romani, o La Protectora del Pueblo Romano. Es una de las imágenes marianas más antiguas que existen y visitó la imagen 126 veces durante su papado.

El Papa Francisco murió el 21 de abril después de aparecer el Domingo de Pascua para dar la bendición Urbi et Orbi y montar en el papamóvil para saludar a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro con motivo de la Pascua.

El Cardenal Giovanni Battista Re concluyó su homilía con estas palabras:

“El Papa Francisco solía concluir sus discursos y encuentros diciendo: 'No se olviden de rezar por mí'. Querido Papa Francisco, ahora te pedimos a ti que reces por nosotros y que desde el cielo bendigas a la Iglesia, bendigas a Roma, bendigas al mundo entero, como hiciste el pasado domingo desde el balcón de esta basílica en un último abrazo con todo el Pueblo de Dios, pero idealmente también con la humanidad que busca la verdad con corazón sincero y mantiene en alto la antorcha de la esperanza”.