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 | Por Discípula Misionera Alice Lee

La Enseñanza Social Católica Comienza En Casa

Alice Lee emigró a los Estados Unidos hace 21 años cuando se integró a la parroquia de San Atanasio donde sigue activa hasta el día de hoy. Sirviendo en diferentes ministerios como catequista, lectora, ministra eucarística y voluntaria de San Vicente de Paúl, considera que su trabajo más importante y gratificante es el de esposa y ama de casa para sus cuatro hijos de 10 a 28 años de edad. Ella reflexiona sobre su camino como discípula y cómo su comprensión de la Enseñanza Social Católica ha aumentado.

 

Hábleme de su servicio de tantos años en San Atanasio.

Ayudo en el programa parroquial de educación religiosa y participo en los consejos parroquiales de finanzas y pastoral. Además, me doy de voluntaria como directora de la escuela bíblica de vacaciones, coordinadora de Christmas Giving Tree, y voluntaria de Saint Vincent De Paul (SVDP). Litúrgicamente, soy lectora y ministra eucarística.

¿Podría compartir sobre el reciente premio de servicio comunitario de San Atanasio?

La Parroquia de San Atanasio fue reconocida como Hometown Hero por la Agencia de Servicios Comunitarios de Mountain View y Los Altos. Nuestro párroco, el Padre Walter Suárez, y algunos delegados, incluyéndome a mí, aceptamos nuestro premio en un almuerzo el 21 de septiembre de 2022. Estoy orgullosa de ser católica y parroquiana de San Atanasio. Pero lo que es más importante, mi comprensión de la Enseñanza Social Católica ha aumentado porque la oportunidad de vivirla existe aquí y ahora.

¿Por qué las Enseñanzas Sociales Católicas (CST, por sus siglas en inglés) son importantes para usted personalmente?

Cuando mi familia llegó a los Estados Unidos hace veintiún años, recuerdo haber entrado por primera vez a la iglesia de San Atanasio con nuestra ropa anticuada y acentos marcados. Nuestros sacerdotes irlandeses, el Padre Diarmuid Casey y el Padre Kevin Corrigan, dieron la bienvenida a mi familia con los brazos abiertos. Mirando a mi alrededor, vi feligreses de diversos orígenes culturales. Algunos feligreses apasionados se hicieron amigos de mi familia. Sabíamos que estábamos en el lugar correcto.

Al crecer en una familia muy unida con recursos financieros limitados, mis padres aun así lograron ser muy generosos. Me enseñaron a cuidar a los más vulnerables de la sociedad, ya fuera conveniente o inconveniente, porque veían a Dios en todos los que conocían. Eso es lo principal de la Enseñanza Social Católica: ver a Dios en todos y en todo.

¿Hay algún momento, evento, o persona específica que la ha inspirado?

Dos feligreses, Lina Taskovich y Jim Cesano, me inspiraron a unirme al ministerio de St. Vincent de Paul. Lina tenía 70 años cuando la conocí por primera vez en el cuarto de comida de SVDP. Cuando nos conocimos, ella estaba ingresando los nombres de los clientes en una computadora portátil, y recuerdo que me sorprendió cómo no permitió que su edad le impidiera servir. Jim estaba y está siempre dispuesto a ayudar. También trabajaba en los alimentos, a menudo llegaba 1 o 2 horas antes para abrir los baños para la multitud que esperaba. Es una persona tranquila y humilde que nunca presume de sus obras de caridad.

¿Hay algún aspecto de CST que siente más profundamente?

Me apasiona la enseñanza que toda vida es sagrada desde la concepción natural hasta la muerte natural porque somos creados a imagen y semejanza de Dios. Cuando reconocemos que Dios es nuestro creador y que somos parte de su familia y su plan, desarrollamos un sentido de asombro y respeto por la creación de Dios y amor por nuestros hermanos y hermanas.

¿Cuándo se ha sentido más inspirada y desafiada durante su voluntariado?

Como coordinadora de voluntarios de diferentes eventos, la falta de fondos y la escasez de voluntarios siempre son desafíos. Pero confío en el Señor porque es Su obra y Su voluntad lo que estamos tratando de cumplir. Él siempre provee, lo que siempre me inspira.

¿Qué le diría a los católicos que están considerando involucrarse?

Esten atentos en sus parroquias y vean dónde hay necesidades. La enseñanza social católica comienza en casa. Como decía la Madre Teresa, el uno es el número mágico. Comiencen poco a poco sirviendo a una sola persona, y Dios les mostrará el camino.

Catholic Social Teaching Starts at Home

Las respuestas fueron editadas para mayor claridad.

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