En Sus Propias Palabras: Reflexiones de los Delegados Sinodales
Después de 10 meses de preparación, 100 sesiones de consulta, y una encuesta en línea enviada a todos los fieles diocesanos, la Asamblea General del Sínodo Diocesano de la Diócesis de San José se llevó a cabo durante el fin de semana del 27 al 29 de enero de 2023. Cerca de 200 delegados seleccionados por sus párrocos como representantes de sus parroquias, escuelas, y organizaciones católicas locales, se reunieron en espíritu de oración y discernimiento para priorizar las muchas recomendaciones que resultaron después del proceso de preparación. Durante las horas finales del sínodo, los delegados compartieron abierta y honestamente sus reflexiones y conclusiones del fin de semana. A continuación se presentan sólo algunas selecciones. Estos se presentan con más profundidad junto con un resumen detallado del fin de semana en nuestro sitio web, dsj.org/diocesan-synod.
Después de 10 meses de preparación, 100 sesiones de consulta, y una encuesta en línea enviada a todos los fieles diocesanos, la Asamblea General del Sínodo Diocesano de la Diócesis de San José se llevó a cabo durante el fin de semana del 27 al 29 de enero de 2023. Cerca de 200 delegados seleccionados por sus párrocos como representantes de sus parroquias, escuelas, y organizaciones católicas locales, se reunieron en espíritu de oración y discernimiento para priorizar las muchas recomendaciones que resultaron después del proceso de preparación. Durante las horas finales del sínodo, los delegados compartieron abierta y honestamente sus reflexiones y conclusiones del fin de semana. A continuación se presentan sólo algunas selecciones. Estos se presentan con más profundidad junto con un resumen detallado del fin de semana en nuestro sitio web, dsj.org/diocesan-synod.
“El haber sido elegida como delegada por mi párroco, el Padre Joe Kim, para ser parte de esta asamblea histórica conocida como el Sínodo de San José de 2023 fue un gran regalo de Dios. Me sentí realmente honrada de que me confiaran esta responsabilidad de expresar y abogar a través de mi voto y mi opinión. Trabajar con feligreses, líderes, laicos y clérigos diversos y con más experiencia, me dio la esperanza de ser escuchada, atendida, y verdaderamente apreciada. Este Sínodo muestra que ningún hermano o hermana, parroquia o comunidad debe quedarse sin ayuda, apoyo, inclusión o amor.”
Esmeralda Heredia, de St. John Vianney, se desempeña como líder juvenil de Alpha, monaguilla, y comentarista.
“Yo formé parte del pequeño grupo en español ya que los hispanohablantes pueden comentar más abierta y claramente sobre las propuestas. Prestamos mucha atención mientras colaborábamos a lo que cada persona compartía. Notamos que estábamos desarrollando amistades y cómo la presencia del Espíritu Santo estuvo presente en esos 10 minutos de discernimiento silencioso antes de votar. Nos abrimos a la presencia y la voz del Señor para que el Espíritu Santo guiara nuestra mente a decidir lo que nuestras iglesias y escuelas católicas necesitan para el bien de toda la comunidad. Damos gracias a Dios por la oportunidad de estar presentes y participar en este proceso sinodal.”
Roberto Tapia, de Nuestra Señora de Guadalupe, sirve como Ministro de Eucaristía y Coordinador de Misa.
“Servir como delegada para el Sínodo Diocesano fue un honor. Como una mujer adulta joven, católica, y laica, siento profundamente participar en el proceso sinodal para visualizar y priorizar los futuros esfuerzos diocesanos. Este fin de semana fue emocionante escuchar y conocer las diferentes experiencias de cada delegado. La gente era honesta y curiosa. Agradezco que todas las parroquias y escuelas hayan sido consultadas e involucradas en este proceso. Ver a todos reunidos me ayudó a darme cuenta del alcance que tiene el apoyo de nuestra comunidad. Fue un recordatorio que siempre podemos acercarnos y confiar que alguien nos apoyará. Realmente sentí que la diócesis está escuchando con personas que disciernen en oración lo que nuestra comunidad realmente necesita”.
Claire Lin, de la Misión Católica China de San José (SJCCM, por sus siglas en inglés), se desempeña como catequista, ministra de jóvenes y ministra litúrgica.
“Por la intercesión del Espíritu Santo, escuchamos activamente, entablamos un diálogo significativo, e incluso a veces nos reímos. Doy gracias a nuestro Dios trino por todos los presentes y por todas las formas en que nos entregamos al Espíritu Santo para que nos ayude, preparare, y acompañe a lo largo de nuestra participación en este primer Sínodo diocesano. A medida que continuamos invocando al Espíritu Santo en nuestras oraciones, permanecemos unidos y conscientes unos de otros, así como de los Comités de Planificación y del Obispo Cantú, para que el Espíritu Santo descanse sobre sus trabajos, sobre el liderazgo y ministros de nuestras comunidades de fe, y para la implementación de un Plan Pastoral diocesano guiado por el espíritu.”
Arlene H. Quiogue, de la Parroquia de la Ascensión y San José Mountain View, se desempeña como catequista de RCIA/OCIA, lectora, miembra del coro, y se graduó de ILM.
“Esta reunión es un microcosmos de la diócesis que refleja nuestra diversidad. El escuchar hablar a la gente les asegura que nuestra Iglesia responde a las necesidades de nuestro pueblo el cual anhela una iglesia que los apoya en sus luchas y los acompaña en sus vidas. Estamos destinados a ser una comunidad de amor, apoyo y compasión, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien dio su vida por nosotros y nos llama a hacer lo mismo. Si podemos ser testigos aquí, podemos ser un ejemplo para la Iglesia en todo el país.”
Monseñor Gene O'Donnell es un sacerdote jubilado de la diócesis que continúa ministrando en algunas parroquias de San José.
“Yo creo que en muchos sentidos vivimos el espíritu de unidad y santidad como una comunidad de cristianos fieles. ¡Sí, de hecho, este fin de semana predicamos con el ejemplo! Esta experiencia nos motivó a vivir la diversidad como una Iglesia unificada que existe más allá de los límites de nuestra iglesia local, para servir también como un modelo inspirador para los residentes del Condado de Santa Clara a pesar de toda la división en nuestra sociedad actual.”
Chu Quang Dinh sirve como diácono en la Parroquia de Nuestra Señora de La Vang.
“Empecé el fin de semana del Sínodo con optimismo y esperanza para abordar las necesidades de la Diócesis de San José. El haber sido invitado a ser delegada del Sínodo ha sido una bendición. Me permitió discernir la voluntad de Dios, compartir mi voz y mis conocimientos, con la esperanza de que resulte en una diferencia para el bien de nuestra comunidad, y para que podamos crear un verdadero legado hoy en día y para las generaciones venideras.”
Therie Velasco-Gonzales M.A., de la Parroquia de Saint Lawrence the Martyr, se desempeña como ministra de música, lectora, coordinadora de confirmación de adultos y catequista de preparación sacramental. Tiene una maestría en Ministerios Pastorales de la Universidad de Santa Clara y es exalumna del programa de Liderazgo Laico Avanzado, clase del ‘22.
“Hay momentos que me encuentro como San Pablo, un hombre que quedó ciego y se cayó de su caballo. Como adulto joven, no es fácil discernir y saber qué es lo mejor para mi vida. ¿Son sostenibles mis acciones? ¿Estoy haciendo la voluntad de Dios? Aún más práctico, me pregunto cómo puedo pagar el alquiler en la Área de la Bahía, cuál será mi próximo trabajo, si puedo permitirme casarme, formar una familia. Para un adulto joven el llamar a Silicon Valley mi hogar, e identificar la Diócesis de San José como mi diócesis, es un desafío a un nivel puramente práctico. El Sínodo me ha ayudado a ver como San Pablo, después de haber recuperado la vista. Puedo ver la belleza de la Iglesia y cómo formo parte de la Iglesia en este valle. Me voy con lo siguiente: muchas personas creen que debemos abordar los problemas prácticos que mencioné, pero lo más importante, aun más que ganar un salario más alto, quiero lograr una espiritualidad profunda al abrazar mi vocación de trabajar para la Iglesia. Estoy entusiasmado con el trabajo realizado por el Sínodo y espero poder ser parte del futuro de nuestra Iglesia.”
Ryan Bao, de la Parroquia de St. Clare, trabaja para la Federación Nacional para el Ministerio Juvenil Católico (NFCYM) y es el Director de Confirmación en St. Clare.
“No sabía exactamente qué esperar al iniciar este evento de tres días, por lo que me sentí ansioso al reunirnos el viernes por la noche. Cuando comenté mis temores a mi grupo de mesa, para mi sorpresa, descubrí que los siete nos sentíamos muy similares. Todos coincidimos en que estábamos “cautelosamente emocionados” por el fin de semana. Al final del Sínodo, mi perspectiva y mis sentimientos iniciales sobre el evento cambiaron por completo. Mis sentimientos de ansiedad, miedo y pavor se convirtieron en esperanza, validación, y empoderamiento. Las historias, risas, lágrimas y amistades formadas durante el fin de semana son solo algunos de los muchos aspectos destacados que nunca olvidaré.”
Kevin Bernaga, Director de Liturgia y Director de Jóvenes, Adultos Jóvenes y Confirmación en la Parroquia St. Francis of Assisi
“Al reflexionar sobre lo que compartiría con mi comunidad escolar después de regresar del Sínodo, dos puntos resaltaron más. El primero fue un llamado abrumador para apoyar nuestro ministerio juvenil e involucrar a los jóvenes en nuestras parroquias y escuelas. En segundo lugar, el implementar cambios pequeños ahora tendrá un impacto significativo en la forma en que involucraremos a nuestras comunidades más adelante, lo que seguramente ayudará a unificar a la Iglesia. Espero ser parte de este trabajo en la Diócesis de San José.”
Mónica Hernández, Directora de la Escuela St. Mary of the Immaculate Conception
Las respuestas fueron editadas por su extensión y para una mayor claridad