Trabajando por la Justicia A Través de ‘Misas del Barrio’
Ivonn Rivera: Ganadora del Premio Cardenal Bernardino 2023
Ivonn Rivera: Ganadora del Premio Cardenal Bernardino 2023
La próxima vez que pida comida rápida, tenga en cuenta: una de las personas que le prepara la comida puede ser Ivonn Rivera, ganadora del Premio Cardenal Bernardino 2023, otorgado por la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD, por sus siglas en inglés), el programa contra la pobreza de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), a líderes jóvenes que viven un compromiso evangélico con los pobres.
Ivonn, originaria de Oaxaca, México, llegó a los Estados Unidos hace 18 años. Vive con su marido y sus cuatro hijos y se siente inmensamente orgullosa de todo lo que hace. “Me gusta lo que hago, estoy muy orgullosa de mí misma al saber que con dedicación se pueden lograr cosas y le pido a Dios poder hacer más,” afirmó la discípula misionera, citando también el apoyo de su familia a su ministerio donde Ivonn y sus compañeros están llevando activamente la Santa Misa a los estacionamientos del barrio, junto con sesiones de escucha para comprender mejor las necesidades de la comunidad local.
La próxima vez que pida comida rápida, tenga en cuenta: una de las personas que le prepara la comida puede ser Ivonn Rivera, ganadora del Premio Cardenal Bernardino 2023, otorgado por la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD, por sus siglas en inglés), el programa contra la pobreza de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), a líderes jóvenes que viven un compromiso evangélico con los pobres.
Ivonn, originaria de Oaxaca, México, llegó a los Estados Unidos hace 18 años. Vive con su marido y sus cuatro hijos y se siente inmensamente orgullosa de todo lo que hace. “Me gusta lo que hago, estoy muy orgullosa de mí misma al saber que con dedicación se pueden lograr cosas y le pido a Dios poder hacer más,” afirmó la discípula misionera, citando también el apoyo de su familia a su ministerio donde Ivonn y sus compañeros están llevando activamente la Santa Misa a los estacionamientos del barrio, junto con sesiones de escucha para comprender mejor las necesidades de la comunidad local.
Llevando la Santa Misa a los Barrios
Ivonn comenzó su ministerio a causa de su preocupación por su comunidad, que ha enfrentado numerosos incidentes de vandalismo y destrucción de propiedad, e incluso fue testigo de una trágica muerte juvenil. Después de que su propio coche estacionado fuera destrozado y dejado inservible, conoció a Tom Morman, quien le habló del Comité de Patrocinio de Silicon Valley (SVSC, por sus siglas en inglés). Como miembro del equipo organizador de su parroquia, Santa Lucía, recibió formación en liderazgo antes de organizar Misas del Barrio mensuales, que son, según Ivonn, “una manera muy alentadora de crear confianza y hacer que otros no se sientan solos. Escuchando atentamente sus preocupaciones, podemos hacer algo juntos con perseverancia y valentía.”
Ivonn describió su papel en promover las Misas: “Hago carteles a mano y los pego en postes, y pido a Dios que la gente lea mi cartel. Escribo ‘Misa Católica de Barrio’ y la dirección y ‘De nada.’ Soy muy baja de estatura, así que me llevo mi silla.” También añadió: “Sólo le pido a Dios sabiduría.” Es difícil pensar en un acto más sabio que llevar al Señor directamente a la gente con un corazón abierto a escuchar sus preocupaciones.
Una Tragedia Comunitaria que Conduce al Cambio
En 2022, Jacob Villanueva, un estudiante de tercer grado de 8 años, murió tras ser atropellado por un coche en un cruce de cuatro vías que carecía de paso de peatones y señales de alto y que había sido una preocupación para la comunidad desde hace tiempo. Ivonn abogó por cambios en la intersección por medio de una Misa del Barrio. Explicó: “Tuvimos una misa donde ocurrió la tragedia. Con el apoyo de los líderes de la parroquia de Santa Lucía y el SVSC, después de la misa, más de 250 personas marcharon para hablar respetuosamente con los líderes de la comunidad en la parroquia. Hablaron para conseguir señales de tráfico y más seguridad en la escuela de Jacob.” La comunidad logró instalar un semáforo dos semanas después. Otros resultados de sus esfuerzos incluyen la instalación de señales de alto, cruces de peatones y reparaciones de semáforos. También ha hecho campaña para apoyar las protecciones contra el desalojo de los inquilinos y la asistencia a los trabajadores esenciales que quedaron fuera de la ayuda estatal y federal.
Llevando a Cristo a Donde Vive la Gente
Cada misa al aire libre comienza a las 9 de la mañana cuando la propia Ivonn les da la bienvenida: “Los saludo como si estuviera en una iglesia. El rostro de cada persona está lleno de entusiasmo. Estas Misas tienen una esencia muy especial, el Espíritu. Se instalan más de 50 sillas. Traigo los manteles y a Jesús crucificado, que me ha acompañado.” Tal vez hay algo de la imagen de Cristo crucificado que impulsa a Ivonn a servir a una comunidad que sufre. Ivonn sigue inspirándose en quienes hacen posible las Misas del barrio, “La gente que ayuda viene de diferentes parroquias. El coro viene de St. Leo. Los Legionarios deCristo vienen a enseñar sobre los sacramentos, a cantar, a leer y a traer bocadillos para compartir con la gente.”
Yvonne reveló: “La gente camina por sus vecindarios, lee mis carteles, y me dicen que les sorprende que haya Misa en sus comunidades. Me preguntan cuánto cobramos por la entrada para asistir a Misa ¡Les digo que no, que es gratis!” Otro efecto sorprendente en esta época de baja asistencia a Misa: aquellos que de otra manera no irían a la Iglesia por diversas razones están dispuestos a asistir a una Misa improvisada. Ivonn también informa les informa sobre la parroquia cercana y algunos le han comunicado a Rivera que la asistencia es mayor debido a las Misas del barrio.
Su Discurso de Agradecimiento del Premio Cardenal Bernardino.
En su discurso de agradecimiento del Premio Cardenal Bernardino, no sólo relató la tragedia de Jacob Villanueva, sino otros avances que se han hecho en la comunidad a través de las Misas. Ella dijo a la audiencia: “Tengo una buena relación con nuestra concejal de la ciudad, y ella me dice: “¡No te rindas, Ivonn!” Ella y la concejal han realizado caminatas nocturnas por el vecindario para mostrar la necesidad de más luces en las calles para que los caminantes puedan sentirse seguros. A través de esta y otras experiencias, se dio cuenta y compartió: “Mi voz tiene poder. Mi fe me da confianza y determinación.” Es una fe que empezó en su infancia.
A Ivonn le gustaba cantar en el coro de la iglesia en Oaxaca. Su familia también le ha dado ejemplos multigeneracionales de servidores de la Iglesia: “Mi bisabuelo Gerónimo, mi abuelo Faustino y mi padre Heriberto sirvieron a la Iglesia y plantaron la semilla en mí. Llegué a los Estados Unidos y mi fe se fortaleció.” Ella quiere transmitir el mismo compromiso con la Iglesia a sus hijos. “Lo mejor que puedo enseñarles a mis hijos es a ser serviciales y empatizar con quienes nos rodean,” afirmó Ivonn. Su hija Lupita la acompañó a la ceremonia de premiación en Washington D.C., donde Ivonn dijo a la audiencia: “Quiero inspirarla a servir a su comunidad, que tiene tanto que hacer. Quiero demostrarle que las cosas se pueden lograr con paciencia, amor y dedicación.”
Ivonn continúa en su ministerio a pesar de varios desafíos, incluidas la barrera del idioma y la maternidad, mientras trabaja a tiempo completo en el servicio de alimentos. Todo lo ha logrado con fe. Quizás cada discípulo misionero debería preguntarse si Cristo lo está invitando a iniciar una Misa en el barrio, con sesiones de escucha, y a considerarlo como un regalo, así como Ivonn ve su experiencia: “Este ministerio de celebrar Misas en estacionamientos es un regalo especial que Dios llena con su amor. Es una alegría enorme y me sorprende. Mi gran regalo: Él me eligió para hacer este ministerio en la comunidad. Mi confianza está en Él. Oro para tener la fuerza para hacer más cosas, dar gloria a Dios y honrar a Jesús. Él es mi pastor y nada me faltará.”
Ivonn Rivera es esposa, madre y feligresa de Saint Lucy. Ella es trabajadora de comida rápida, recibió en 2023 el Premio Cardenal Bernardino y, en palabras del Obispo Oscar Cantú, es el orgullo de la Diócesis de San José.