“Le Oré a María”

La Santísima Virgen María es inseparable de la vida de Julie, que incluye una angustiosa travesía oceánica hasta los Estados Unidos en 1984 con su marido y su hijo biológico de seis meses. “Nunca en mi vida olvidaré esa experiencia,” dijo Julie. El lado materno de la familia de Julie era católica y ella fue bautizada en Vietnam con el nombre de pila Agnes. Asistir a misa era difícil en aquellos tiempos turbulentos, pero ella siempre rezaba a María. Dijo, “Rezaba tres Ave Marías y un Padre Nuestro, y me sentía cálida y protegida en ese momento.”  La vida en Estados Unidos también resultaría difícil durante un tiempo.

Julie recordó: “Después de que mi hermano entró en crisis, me convertí en madre adoptiva para cuidar de su hijo.” Adoptó a su sobrino en 2002 y finalmente se convirtió en proveedora de guardería con licencia. Su hija biológica, una de los tres hijos biológicos adultos de Julie, y su padre, la ayudaron. Luego comenzó un camino de quince años como madre de crianza temporal en el que cuidó a docenas de niños. En 2007, adoptó a Kevin, uno de los cinco que participaron en la entrevista de Zoom. Dijo esto sobre su madre: “Verla pasar por tiempos difíciles con gracia y determinación me recuerda que tener fe puede ayudarnos a superar cualquier obstáculo que la vida nos presenta.” Como su primer hijo adoptivo, también fue testigo de la continua apertura de Julie a la adopción.

En 2012, recibió una llamada telefónica pidiéndole lugar para cuatro hermanos: Mariah, que solo tenía seis meses, Giovani, de un año, Skyla, de tres, y Jason, de seis. Este fue un momento que cambió la vida. Julie compartió enfáticamente: “No sé por qué los amaba tanto, pero esta vez oré a María y le pregunté si podía adoptarlos a todos.” Julie también relató su alegría: “¡Estaba muy feliz porque María escuchó mis oraciones!" Los cuatro fueron adoptados formalmente en 2013.

El Camino de Una Familia Hacia la Iglesia

Julie quería desde hacía tiempo que los niños fueran bautizados, pero no fue hasta 2022, cuando se mudaron cerca de la Parroquia de San Víctor, que encontró un hogar espiritual. Ella relató: “Mi nuera me puso en contacto con la Hermana Sara Michael King, quien me dijo que la parroquia estaba aceptando niños en su programa RICA (Rito de Iniciación Cristiana para Adultos) para niños. Empezamos a ir a San Víctor todos los domingos y nos sentíamos muy felices y cómodos en esa iglesia.” La primera persona que conoció fue Michael Cruz, quien dirige el estudio bíblico parroquial. Julie compartió que su casa nunca volvió a ser la misma debido a las clases de Michael. “Me enseñó muchas cosas sobre el bautismo y la Eucaristía.” Se llevó todo a casa y pronto se despertó el interés de los niños en ingresar a la Iglesia. “Vimos películas y leímos libros, ¡y todo fue divertido!”

Emily Burket enseña RICA para niños en Saint Victor. Recuerda vívidamente cuando le dijeron que los niños Nguyen se unirían a su clase. “Nuestro Director de Educación Religiosa en ese momento me avisó que iba a tener cinco hermanos en mi clase, y yo dije, ¡oh, vaya, está bien!” Emily explicó cómo la inspiró la familia Nguyen. “También tengo una sobrina y dos sobrinos que fueron adoptados por mi hermano, y realmente sentí ese apego tan cercano a ellos.”

A medida que avanzaba el año de catecismo, Julie sorprendió tanto a Emily como a Michael cuando les pidió que fueran padrinos de los niños. Michael recordó: “Cuando Julie se me acercó y me preguntó: ‘¿Te gustaría ser el padrino de los niños?’, dije: 'Oh, vaya, sería un honor para mí.’” Emily también aceptó su papel de madrina de las niñas y ve la mano de la Providencia de manera profundamente personal. “No tengo hijos propios. Por un tiempo, me cuestioné cuál era mi propósito en la vida. Entonces, de repente, estos cinco niños y Julie llegaron a mi vida.”

Una Familia del Corazón

Mariah Nguyen, ahora en la escuela secundaria, reflexionó sobre convertirse en católica. “Antes de RICA, no me sentía cerca de Dios. ¡Inmediatamente después del bautismo, me sentí muy cerca de Él!” Mariah también dijo que Julie la inspira a orar, ir a la iglesia y ver películas sobre Jesús. Su hermana Skyla también habló de los constantes recordatorios de Julie a sus hijos para que tomaran en serio la oración. “Ella me recuerda que ore antes de dormir y antes de que comience la Misa.”  Su hermano Jason agregó: “Sé que ella ora mucho y tiene una creencia muy fuerte en la Madre María debido a sus experiencias.”

La familia también sirve en los eventos de la iglesia de San Víctor. Sus hijos Kevin y Giovani hablaron sobre cómo se involucraron. Kevin explicó sobre su experiencia: “Los eventos y actividades de la Iglesia me ayudan a sentirme conectado y apoyado. Con el tiempo, mi fe se ha fortalecido gracias al sentido de pertenencia y apoyo que encontré en San Víctor.” Giovani hizo eco de los sentimientos de su hermano. “Empezamos ir a misa todos los domingos para entender más sobre Jesús en la Eucaristía. Me siento feliz y agusto porque el sacerdote, Monseñor Perata y todos son muy amables. ¡A veces nuestra parroquia tiene fiestas!”

Julie y su familia del corazón no pueden evitar destacarse, como lo atestigua el padrino Michael, al recordar cuando comenzaron a asistir a Misa. “Antes de conocer a los niños, yo los veía.” Emily también ha observado cómo la parroquia se ha transformado desde que se unieron los Nguyen. “Todos en Saint Victor's aman mucho a esta familia; todos abren su corazón a esta familia, nunca lo he visto en otro lado.”  

Emily y Michael continúan participando activamente en la parroquia y con sus ahijados, y se sienten continuamente inspirados por la familia. Michael compartió: “Jason me dijo que extrañará las clases. Eso, para mí, es realmente un testimonio de que quieren saber más sobre su fe.” Emily también reflexionó sobre la positividad de la familia. “Durante el catecismo los niños nunca se quejaron. Nunca dijeron: “Oh, no quiero estar aquí.” Ahora son voluntarios en todas las “actividades” de la parroquia. ¡Me inspiran de esa manera! 

Julie atribuye la intercesión de la Santísima Virgen María a la fe de su familia, su experiencia de iniciación en la Iglesia, y las bendiciones que traen a los demás. “Después de que la adopción fue definitiva, sentí que todos los niños eran verdaderamente míos. A veces todavía voy a Nuestra Señora de la Paz, me paro frente a la estatua y le doy gracias a María, y siento que ella está a mi alrededor protegiéndome.” MN