El Amor es Realmente el Tema Común
Discurso de Graduación por Amy Cooprider, Instituto de Liderazgo Ministerial Generación 2022
Discurso de Graduación por Amy Cooprider, Instituto de Liderazgo Ministerial Generación 2022
Mis queridos compañeros, con respecto a nuestra fe, es como si empezáramos el Instituto de Liderazgo Ministerial (ILM) hace tres años con un rompecabezas de 1000 piezas que aún no se ha completado. Al igual que un rompecabezas, de manera análoga, creo que todos comenzamos con solo las piezas del borde resueltas, ya llenos de admiración por las formas y colores de las piezas individuales. A medida que avanzaba nuestro tiempo juntos, más piezas encajaban y nos encontrábamos disfrutando cada nuevo entendimiento y amando a la Iglesia aún más.
Durante nuestra primera clase del programa, Encontrando a Cristo, recuerdo vívidamente que me asombró la idea de que leer, una de mis actividades favoritas, podría ser una forma de oración. Estoy muy agradecida con mis compañeros por compartir sus experiencias y puntos de vista en esos momentos en los que profundizamos y exploramos los Evangelios.
Aproximadamente un año después de esos encuentros, mi abuela murió y al día siguiente mi esposo llevo a mi hija a su primer año de universidad —solo una persona podía ayudar a los estudiantes a mudarse— y me sentí terriblemente sola y con el corazón apesadumbrado. Me senté en la cama para llorar y supe de inmediato que Cristo se sentó conmigo; que no estaba sola y sentí consuelo. Doy crédito y agradezco a ILM por ese momento. Así como la Hermana Pat nos recordó: “La oración es una experiencia, un encuentro. Quédate con Jesús.”
El mes pasado, por primera vez, me encontré sin poder escribir un discurso: este discurso. Mis compañeros saben que no soy tímida para hacer preguntas o compartir opiniones. Pero después de revisar 3 años de notas, me di cuenta de que no podía resumir o destilar lo que tengo en la mente, sino lo que tengo en el corazón. Traté de encontrar un tema, un arco, pero nada se compara con el gozo de ver cómo cuanto más aprendo de nuestra fe y de nuestra iglesia, mejor me parece, y más enamorada estoy de nuestro Señor y su gente.
El amor es realmente el tema común. Después de revisar y discutir la Doctrina Social Católica con el Obispo Cantú, volví a leer mis notas sobre una de las primeras cosas que aprendimos, Tikkun Olam, que en hebreo significa “reparar el mundo.” Durante nuestra estancia en las escrituras hebreas, el Rabino Wallenberg y el Dr. O'Connor nos presentaron esta idea. Parece apropiado que después de aprender tanto sobre la iglesia, sus encíclicas como Laudato Si, sus enseñanzas, eclesiología, cristología, etc., terminamos discutiendo cómo nosotros también podemos reparar el mundo.
El ILM nos ayudó a darnos cuenta de que las piezas de nuestro rompecabezas no están pegadas. Dios nos creó para buscar, crear y resolver activamente nuestros propios rompecabezas y los de los demás. Agradezco a mis compañeros, nuestros instructores, Irma, el Obispo Cantú, nuestros párrocos, y tantos otros que nos ayudaron a ver cómo podría verse parte de la imagen del rompecabezas terminado. Gracias.
Amy es una estudiante en el Programa de Posgrado en Ministerio Pastoral en la Universidad de Santa Clara como parte del Programa Avanzado de Líderes Laicos el cual comenzó como estudiante de tercer año de ILM. Pertenece a la Parroquia Queen of Apostles, donde es catequista. Ha tocado su flauta y cantado con grupos de música de la iglesia la mayor parte de su vida adulta, incluyendo las parroquias St. Cyprian's, Queen of Apostles y St. Martin of Tours. Ella y su familia disfrutan de actividades al aire libre y sus hijos están en la universidad.