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Un Director como Discípulo de la Vida, la Justicia y la Paz

Padre Angelbert Chikere

El Padre Angelbert Chikere es nativo de Nigeria y es el menor de seis hermanos. Llegó a la Diócesis de San José en 2015 mientras estudiaba en Berkeley para obtener su licenciatura en teología sagrada y su maestría en teología. Además de ser director de la Oficina Diocesana de Vida, Justicia y Paz, colabora pastoralmente en la parroquia Saint Leo the Great, donde vive, y en la parroquia San Martín de Tours. Es capellán temporal de la comunidad católica cantonesa local y colaborador de The Valley Catholic.

 

¿Cuánto tiempo lleva dirigiendo la Oficina de Vida, Justicia y Paz y por qué se postuló para el cargo?

Soy director en la cancillería, el cual es la oficina administrativa central de la diócesis, desde julio de 2022. Algunos de mis hermanos sacerdotes me animaron a postularme para el puesto y lo consideré adecuado para mí, por así decirlo, en términos de mis pasiones, específicamente en entender la dignidad humana como la clave de la enseñanza de la Iglesia sobre la migración. El Obispo Cantú gentilmente me nombró para el puesto luego de recibir mi solicitud.

¿Cómo le ha impactado espiritualmente su puesto de liderazgo? ¿De qué manera este puesto ha impactado su ministerio como sacerdote?

Mi deseo de seguir a Dios como nos instruye el Profeta Miqueas, “...practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios” (Miqueas 6:8), ha aumentado aunque de manera imperfecta. Esta posición me permite caminar pastoralmente con los más vulnerables y colaborar con personas dedicadas a servir a los marginados de la sociedad.

¿Qué quisiera que los demás sepan sobre los servicios que ofrece su oficina?

La Oficina de Vida, Justicia y Paz busca caminar con las personas de diversas formas, a través de todas las etapas de la vida, con todas sus dificultades —desde el útero hasta la tumba— hasta llegar a la vida eterna. Nuestra oficina también se dedica a mantener nuestro hogar terrestre común, la Tierra, “verde” y saludable.

¿Cuándo se ha sentido más inspirado y más desafiado en su ministerio?

Cada vez que nuestro ministerio brinda ayuda práctica incluso a una sola persona, me siento inspirado. Vemos y tocamos la humanidad que hay en ellos, y me siento honrado de que elijan compartir su historia y nos inviten a caminar con ellos. Lo que más me desafía es cuando no arraigamos nuestras acciones en Cristo como fundamento. Cuando eso falta, corremos el riesgo de atribuirnos el mérito.

¿Por qué es importante este ministerio para usted personalmente? ¿Por qué debería ser importante para todos los católicos?

Creo firmemente que debemos renovar constantemente nuestra comprensión de los principios del cristianismo y aplicarlos para impactar positivamente a nuestra sociedad: una solidaridad práctica, por así decirlo. Todos los católicos están llamados a la oportunidad de glorificar a Dios a través del servicio. Esto es lo que significa: “Vayamos en paz, glorificando al Señor con nuestras vidas,” al final de la santa Misa.

¿Qué puede hacer un católico que busca involucrarse más en el servicio?

Los católicos de la Diócesis de San José deberían considerar llamar a sus parroquias y preguntar sobre los ministerios que necesitan voluntarios. Estos incluyen la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (Catholic Campaign for Human Development), la Operación Plato de Arroz del Servicio Católico de Ayuda (Catholic Relief Service’s Operation Rice Bowl), y Administradores de Nuestra Casa Común (Stewards of Our Common Home). A nivel local, existen ministerios de salud mental, justicia restaurativa y otros ministerios sociales. Los católicos simplemente necesitan tender la mano. ¡Sean atrevidos! ¡Nuestro mundo los necesita!