A Través De Los Ojos De Sus Guías
Los Ministros Docentes de la Basílica Catedral de San José
Los Ministros Docentes de la Basílica Catedral de San José
Los visitantes que recorren la Basílica Catedral de San José disfrutan de algo más que un espacio impresionante; su experiencia se enriquece también con las historias que comparten los dedicados guías voluntarios, también conocidos como docentes, hombres y mujeres comprometidos con transmitir la historia de este espacio sagrado.
Los visitantes que recorren la Basílica Catedral de San José disfrutan de algo más que un espacio impresionante; su experiencia se enriquece también con las historias que comparten los dedicados guías voluntarios, también conocidos como docentes, hombres y mujeres comprometidos con transmitir la historia de este espacio sagrado.
Más allá de simplemente señalar elementos arquitectónicos o explicar el simbolismo, los guías de la catedral se esfuerzan por crear una sensación de asombro y bienvenida para todos, y por conectar a las personas con Cristo en el corazón espiritual de Silicon Valley.
Invitada a Compartir la Historia en El Centro de San José: Dee Danna
Dee Danna recuerda el momento en que se involucró por primera vez en la renovación de la Iglesia de San José: fue en 1987, cuando Mary Ellen Fox invitó a un grupo a visitar la iglesia vacía y a conocer los planes para su renovación y su posterior consagración como Catedral. A medida que el proyecto avanzaba, Dee se ofreció como voluntaria, junto con otras cinco o seis personas, para guiar a los visitantes por los talleres de restauración y, con el tiempo, empezó a ofrecer “Recorridos de Casco” de la iglesia.
“Fue un placer conocer la visión del Obispo Pierre DuMaine,” recordó, refiriéndose al deseo del primer Obispo de la diócesis de revitalizar el espacio sagrado. Las visitas guiadas se suspendieron posteriormente tras la consagración de la Catedral. Cuando se enteró, a través del periódico The Valley Catholic, de que se había establecido un programa formal de guías voluntarios, se inscribió de nuevo para recibir la formación en 2014.
A lo largo de las décadas, Dee no solo ha sido testigo de la belleza del lugar, sino que también ha tenido encuentros personales con Dios mientras guiaba las visitas. “Ya sean lugareños o viajeros de todo el mundo, nuestros visitantes quedan maravillados con el diseño, el arte y el simbolismo espiritual que se esconde en nuestra iglesia histórica. Me siento honrada de estar en este espacio sagrado, de compartirlo con los visitantes y de ver cómo conmueve sus corazones y sus almas.”
Más Que Una Visita Guiada: Tim Lavelle
Para Tim Lavelle, convertirse en guía voluntario fue una extensión natural de los momentos importantes de su vida que celebró en la Catedral, donde su hijo recibió la confirmación, donde su hija se casó y, posteriormente, donde él también contrajo matrimonio.
Haber pasado toda una vida en la Basílica significa que se siente especialmente en casa allí, lo que le permite ejercer su ministerio con cierta flexibilidad. “Cada visita guiada es diferente y trato de captar el interés de mi público para determinar qué los inspirará y así adaptar mi forma de guiarlos.”
Mientras guiaba las visitas, a veces se encontraba con preguntas profundas. “Una niña me preguntó una vez si San José era el padre de Jesús. En otra ocasión, un visitante me contó un sueño en el que escapaba de demonios a través de un santuario que se parecía exactamente al de la Basílica de San José.” En estos casos, como en otros, Tim se ha dado cuenta de que “a veces, un guía solo necesita escuchar.”
Tim compartió que su representación favorita de Jesús es la estatua de San José enseñando carpintería al joven Cristo. Su fe se ha visto transformada por esta imagen y por muchas otras representaciones de Cristo que se encuentran en la Basílica. “Cada vez que entro a la Catedral, aprecio más este lugar y las diversas imágenes de Jesús que hay en ella, porque para mí Él se ha vuelto más real, más humano, más cercano.”
Un Embajador de la Iglesia: James Powers
James Powers entró por primera vez en la Catedral en 1972, buscando un refugio tranquilo para escapar de su trabajo en el cercano Museo de Arte. Décadas después, aceptó la invitación de un amigo para convertirse en guía voluntario. Para él, la tarea, o misión, como guía, es clara. “La mayoría de los visitantes no son Católicos. En ese sentido, los guías somos embajadores de la Iglesia, compartiendo su rica historia y el papel fundamental que sigue desempeñando en el Valle de Santa Clara.”
Contó dos historias: Una tarde, una mujer joven con tatuajes y un piercing en la nariz llegó a la Catedral, una visitante inesperada. Le preguntó a James si podía cantar en voz baja. “Cantó himnos del Libro de los Salmos como un ángel durante más de una hora,” recordó. Antes de irse, le confió sus problemas familiares y el consuelo que encontraba en el canto. James se conmovió, “Le dije que el Señor debía estar muy complacido con ella y le agradecí por habernos deleitado con su hermosa voz.”
Para James, encuentros como este representan la misión de la Catedral. Reflexionó, “Cristo me recuerda que todos son bienvenidos en este lugar. Creo que Él me ha llamado a ser un embajador de la Buena Nueva sirviendo como docente. Esta es la belleza de nuestra fe: interactuar con el mundo viviendo el Evangelio y asegurándonos de que ‘todos sean bienvenidos’ en nuestra iglesia.”
Muchas Historias Dentro de Una Historia: Lily Tenes y Michael Barry
A sus 93 años, Lily Tenes ha vivido prácticamente toda su vida de alguna manera ligada a la Catedral de San José, asistiendo primero a su escuela primaria original, que cerró en 1953. Su graduación de Notre Dame tuvo lugar allí en 1951, su boda en 1955, y este año planea celebrar su 70O aniversario de bodas en el mismo lugar.
En el interior de la Catedral, su lugar favorito es la imagen de la Virgen de Guadalupe. “Ella es la madre de Jesús y tiene una fuerte presencia en mi cultura mexicana,” explica Lily. “Su historia milagrosa sigue inspirando a muchas personas.”
Para Michael Barry, la historia es el alma de la Catedral. Residente de San José desde 1966, se sintió atraído por la formación de docentes tras ver un anuncio en el periódico The Valley Catholic. Cuenta que ha encontrado un propósito en compartir las historias de la Catedral. “Cada elemento tiene su propia historia: el diseño Cruciforme, las estatuas del altar lateral talladas a partir de un barco de vela, las Estaciones de la Cruz, las vidrieras, el órgano Odell. Nunca me canso de contarlas.”
Al igual que Michael, Lily comparte una afición por el arte y la historia, así como por las historias que encierra la Basílica. “Cada estatua y vidriera tiene detrás la historia de un gran santo, lo cual es inspirador de contar,” comentó. Añadió que esto coincide con su propia pasión por el arte, la música y la cultura. Para Michael, la reacción de los visitantes es el verdadero tesoro. “Después de explicar algo, me encanta ver su reacción emocional- sonríen, hacen más preguntas. Esa es, para mí, la mayor recompensa.”
Un ‘Asiento’ de Transformación
Para Dee, y para todos los docentes, compartir la Catedral es un ministerio de escucha, historia y esperanza. Es un ‘asiento’ —la palabra cathedra proviene del latín y significa asiento— de transformación para muchos. Ella tiene un mensaje para todos en la diócesis: “Entren en nuestra casa, la casa de Dios, y sientan Su amor y Su paz.” Confiesa que cruzar sus puertas cambia su perspectiva de innumerables maneras cada vez.
Basándose en su propia experiencia como docente, Lily anima a todos a considerar la posibilidad de contribuir en cualquier ministerio al que se sientan llamados. “Las personas siempre deben compartir sus dones con los demás, ya sea en la cocina, los deportes, la música o las matemáticas... ¡hay un ministerio para todos! Es a través de esas conexiones con las personas y con Dios que su fe personal crecerá.”
Para quienes cruzan sus puertas y para los docentes que los reciben, compartir la Catedral es un ministerio de descubrimiento, conexión, oración y crecimiento mutuo. Como custodios de la memoria, los docentes invitan a los visitantes no solo a contemplar un monumento histórico, sino a experimentar algo más profundo. Para Tim, “Todavía me deja sin aliento.”
Una Iglesia, Dos Títulos:
Explicación De La Diferencia Entre Catedral y Basílica
Una catedral se convierte en basílica cuando el papa le otorga este título honorífico, reconociendo su importancia histórica, artística o litúrgica. Una catedral se define por ser la iglesia principal de una diócesis (la sede del obispo), mientras que basílica es una designación otorgada por el papa que confiere privilegios especiales, y que puede aplicarse también a una catedral. Por lo tanto, una misma iglesia puede ostentar ambos títulos, y de hecho, algunas catedrales son también basílicas.
Dee Danna es nativa y residente de toda la vida de San José. Ha trabajado como banquera y escritora independiente. Exalumna de la Universidad de Santa Clara, forma parte de la comunidad de la Misión Santa Clara.
Tim Lavelle es un ejecutivo jubilado del sector de la alta tecnología, graduado de West Point y veterano del Ejército de los Estados Unidos. Es miembro de la Parroquia de San Martín de Tours, donde sus tres hijos se graduaron y seis de sus nietos estudian actualmente. Fue triatleta de competición durante 40 años y le apasiona la jardinería, viajar y seguir las trayectorias académicas y deportivas de los 16 nietos que comparte con su esposa Mary.
James y Mary Powers son miembros de la Parroquia de Santa Lucía en Campbell, donde él forma parte del Consejo Parroquial. Actualmente es Presidente de los Docentes de SJCB, además de maestro suplente en la escuela St. Lawrence en Santa Clara.
Lily Tenes se jubiló de la Diócesis de San José, donde se desempeñaba como Directora de Educación Religiosa. Continúa colaborando como voluntaria en la comunidad como cofundadora de PACT, con el Club de Mujeres de San José y en su Parroquia de San Juan Vianney. Le gusta viajar, la ópera y escribir en su diario.
Michael Barry nació y se educó en San Francisco. Él y su esposa Mary tienen cuatro hijos, tres nietos y dos bisnietos. Son miembros de la Parroquia de Santa Teresa.
