Al Que Mucho Le Han Confiado, Más Le Exigirán, Discurso Promoción del Instituto del Liderazgo Ministerial 2024
Compañeros, cuando postulamos al Instituto a instancias de nuestros párrocos, pocos podríamos haber anticipado la profundidad del aprendizaje y el conocimiento que recibiríamos de tantos maestros distinguidos e inspiradores en los siguientes tres años. Es con profunda gratitud que agradecemos a los miembros de la facultad y al personal del Instituto del Liderazgo Ministerial (ILM), quienes se dedicaron a nuestra formación, y al Obispo Cantú, también miembro de la facultad, por su continuo apoyo al programa ILM.
Comenzando con el primer módulo sobre la oración impartido por la Hermana Pat Galli, el ILM seleccionó cuidadosamente un plan de estudios y eligió hombres y mujeres expertos en sus campos para brindarnos una educación amplia sobre muchos temas, desde las Escrituras Hebreas y la evangelización, hasta el manejo de conflictos y la Doctrina Social Católica. Durante nuestro aprendizaje de tres años trabajamos junto - y aprendimos de- sacerdotes diocesanos y religiosos, diáconos, religiosas y laicos. Eran profesores universitarios, canónicos, eruditos, y maestros espirituales. Durante nuestro primer año, uno de nuestros instructores nos dijo enfáticamente que “¡El ILM no es sólo un programa de enriquecimiento personal!” Eso fue un poco inquietante, pero resonó en todos los que deseamos dedicarnos al servicio a través del ministerio.
La constitución dogmática del Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, establece que “su eminente función consiste en apacentar a los fieles y reconocer sus servicios y carismas de tal suerte que todos, a su modo, cooperen unánimemente en la obra común.” Este es el papel de los laicos: trabajar para extender el plan divino de salvación según nuestras capacidades. Como graduados del ILM, nuestro enfoque pastoral hacia nuestros ministerios se ha transformado inmensamente y de manera más positiva, y es seguro decir que ahora cumpliremos con nuestros roles de liderazgo con mayor confianza. A partir de ahora debemos ejercitar y desarrollar lo aprendido en ILM para seguir creciendo.
Lumen Gentium también dice que “estamos llamados a contribuir con todas nuestras fuerzas al crecimiento de la Iglesia y a su continua santificación,” incluyendo ayudar con entusiasmo a nuestros párrocos. Qué privilegio es para nosotros participar en esta obra salvadora con nuestros pastores espirituales quienes cuentan con nosotros para abordar nuestros ministerios con renovado vigor y creatividad, incorporando las habilidades que se nos han dado y aceptando voluntariamente puestos de mayor responsabilidad.
Si la Iglesia espera este nivel de compromiso por parte de los laicos, ¿cuánto más se requiere de un graduado del ILM que ha recibido tanta formación? El Evangelio de Lucas enseña: “A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán,” (Lc 12,48). Este pasaje de la Sagrada Escritura nos invita a reflexionar desde el punto de vista de los respectivos ministerios de cada uno. Dentro de unos años, cuando recordemos este día como un nuevo comienzo en nuestras vidas de servicio ministerial, que también nos regocijemos en lo que Dios ha hecho, con nuestra cooperación, a través de los dones que recibimos del ILM. ¡Que Dios bendiga al ILM y a los graduados del 2024!
Mike, su esposa Julie, y su hija Samantha han sido feligreses y voluntarios en la Parroquia St. Christopher durante más de veinte años. Dirige su negocio familiar y es miembro de la Legión de María y de los Caballeros de Colón. Le gusta el aire libre, la caza y la cocina, especialmente la barbacoa.