A las 8:00 a.m. de un sábado en mayo, llegué a Oak Meadow Park de Los Gatos y me encontré con algo inesperado: una de las estructuras de juego es un modelo de jet a escala, el mismo que mi padre había volado en la Fuerza Aerea. Recordé a mis hermanos y a mí jugando en Oak Meadow cuando éramos niños. Encontrar una característica de mi infancia que no había visto en décadas hizo que mis primeros momentos allí fueran un poco surrealistas. Pero la infancia, en general, se convertiría en un tema muy relevante a medida que avanzaba el día, ya que estuve allí esa mañana principalmente para unirme y dirigir la oración en un evento de recaudación de fondos para apoyar a las madres embarazadas.

Se habían instalado dos mesas junto al camino pavimentado donde los participantes caminarían en oración. Todos nos pusimos la misma camiseta azul con la silueta de una mujer embarazada y la frase "Love them Both" impresa en ella. Encontré que era un mensaje increíblemente positivo. Alrededor de media docena de adultos jóvenes, otro espectáculo que me sorprendió, estaban ayudando a preparar el registro y a vender más camisetas azules. Había mesas de premios para los caminantes y tuve que sonreír, ¡especialmente cuando vi que también proporcionaban alimento energético en forma de donas!

Yo empecé el rosario en la “Caminata de María por los Bebés” organizada por la Sociedad Guadalupe de Esperanza. Al comienzo de nuestro rosario, solo éramos unas diez personas, pero se fueron sumando a medida que iban llegando. Una energía increíble nos rodeó mientras dábamos nuestras vueltas, y el grupo rápidamente se acomodó a un ritmo de caminata natural al ritmo del rosario. Un incentivo que los participantes de la Caminata de María por los Bebés disfrutamos inmensamente, incluso aquellos del grupo de mayor edad como yo, fue recibir una pequeña estrella dorada en el dorso de la mano por cada vuelta completada, que podíamos "cobrar" por esos premios de la mesa. Me sentí como un niño otra vez y fue genial.

Alguna gente que nos observaba pareciera entender lo que estábamos haciendo, mientras que otros no parecían entender, pero todos permanecieron cordiales y amigables. Lo que más me impresionó fue la presencia de los jóvenes, que superaban en número a la gente de mi edad, y conocían muy bien el rosario, ¡a veces mejor que yo! Ver su entusiasmo y pasión por el regalo de la vida de Dios fue realmente un deleite. A menudo escucho muchas conversaciones de las generaciones mayores sobre la preocupación por el futuro de la Iglesia. Aún así, salí del parque sintiéndome alentado porque si esos jóvenes adultos son un indicio del futuro de la Iglesia, entonces ya están inyectando una nueva energía que continuará en los años venideros.

Me llamó la atención la importancia de rezar el rosario en la Caminata de María para los Bebés debido a su vínculo con el "sí" de María. No había manera de que María, aunque agraciada, hubiera podido comprender plenamente la magnitud de su “sí.” De manera similar, los padres nunca pueden comprender completamente la importancia de su “sí” al regalo de la vida de Dios, al darle a sus hijos la oportunidad de tener una infancia como la que recuerdo haber disfrutado en lugares como Oak Meadow Park cuando era un niño pequeño. Las familias necesitan saber que Dios y la Iglesia los acompañarán en cada paso y, de muchas maneras, el rosario en sí es la promesa de Dios de ese regalo de acompañamiento para nosotros a través de nuestra Santísima Madre. Como director asociado de la Oficina Diocesana de Vida, Justicia y Paz, espero que la asistencia a estos eventos locales de respeto a la vida siga creciendo.