El compromiso inquebrantable de Darlene Sánchez con su comunidad natal, el área de Alum Rock, es un testimonio de la fe que la sostuvo a través de su carrera en escuelas públicas y que continúa guiándola como directora diocesana en la Escuela Santísima Trinidad. “Crecí asistiendo a misa en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y asistiendo a las escuelas públicas de Alum Rock. Se podría decir que siempre supe que quería enseñar en Alum Rock.”

En enero se le notificó que su escuela recibirá fondos del Título IV para un programa, Inclusión Colaborativa, que brindará apoyo a los estudiantes y capacitación al personal para satisfacer las diversas necesidades educativas de los estudiantes en el aula. Pero es su creencia personal en la presencia de Cristo en su misión lo que la alenta a buscar recursos locales para estudiantes con diferentes habilidades de aprendizaje, cuyas familias también desean una educación católica.

“Creo firmemente en la fe y la educación,” dijo a The Valley Catholic, y continuó: “Todos experimentamos desafíos en la vida, ¿verdad? Cristo siempre está presente, pero siento que está realmente presente cuando las comunidades encuentran desafíos específicos.” A nivel práctico, proporcionar estos servicios es a menudo una cuestión de financiación, y es donde Darlene está concentrando sus esfuerzos.

Una Cuestión de Financiación

Las limitaciones financieras a menudo impiden que las escuelas católicas ofrezcan servicios integrales como las escuelas públicas. “Un estudiante de una escuela pública puede participar en clases del programa de Especialistas en Recursos (RSP por sus siglas en inglés) durante toda la semana. Pero como escuela católica, debemos encontrar financiación para todos nuestros recursos.”  Esto obligó a Darlene a buscar fondos del Título IV para llevar programas como Inclusión Colaborativa a Santísima Trinidad.

La Escuela Santísima Trinidad ya tiene asociaciones con entidades educativas locales (el distrito, la oficina de educación del condado y la Universidad Estatal de San José) para lograr este objetivo. “Aquí en Santísima Trinidada, damos la bienvenida a todas nuestras familias que deseen una educación católica para sus hijos, y somos una comunidad católica diversa.” Parte de esa comunidad diversa es en reconocer que todos los estudiantes aprenden de manera diferente.

Colaboración y Transparencia

La transparencia es fundamental cuando colaboramos con los padres, insiste Darlene: "Nos asociamos con la familia y el distrito escolar para las evaluaciones.” Una vez que se identifica a un estudiante como candidato para recibir ayuda, existen muchos recursos para educar a la familia, apoyar al niño e involucrar a la comunidad para satisfacer las necesidades del estudiante. "Actualmente tenemos un estudiante que tiene un retraso en el habla. Nos hemos asociado con el programa de Ciencias y Servicios de los Trastornos de la Comunicación de la Universidad Estatal de San José.  Y ahora el estudiante puede recibir servicios adicionales,” compartió Darlene.

Posiblemente la búsqueda de financiación no hubiera sido posible sin el conocimiento de Darlene de los recursos financieros utilizados por las escuelas públicas. “Es por eso que sigo buscando más y más apoyo: debido a esa visión que tenía en el distrito donde si un estudiante tenía una necesidad, simplemente lo referías para lo que necesitaba. Siempre estoy pensando en los sistemas de apoyo para los estudiantes que deben existir en una escuela.”

Es Sólo el Comienzo

El recibir fondos para crear el programa Inclusión Colaborativa y crear asociaciones marca la convergencia tanto de su tiempo trabajando en escuelas públicas, escuelas católicas, como de su creencia en su ministerio. Inicialmente moldeada por la fe de su infancia, su misión como educadora continúa transformando espiritualmente a Darlene.

Darlene describió el corazón de su vocación: “Está profundamente arraigado en mi fe que todos somos creados a imagen de Cristo. Cuando reunimos a nuestros estudiantes, pueden notar diferencias en la forma en que cada uno aprende, por lo que debemos recordarles la importancia de ayudarnos unos a otros de cualquier forma.”

Aunque la Escuela Santísima Trinidad va empezando su camino con los fondos del Título IV que recibió para la Inclusión Colaborativa, Darlene espera mucho más para el futuro de su escuela. “Y cuando ves las diferentes cosas que experimentan las familias y cuánta esperanza tienen, cuando encuentran una escuela católica que puede ofrecer ayuda a sus hijos, siento que a través de esa experiencia, realmente se puede transformar la fe de todos.