La gestión del cambio empieza por usted
Mis propósitos de Año Nuevo suelen durar aproximadamente cuatro días. Pero sigo haciéndolos cada año, porque aprecio la oportunidad de un nuevo comienzo y el empuje para hacer algunos cambios positivos en mi vida. A pesar de que muchos de nosotros profesamos odiar el cambio, también puede ser una época emocionante de nuevas posibilidades -para usted personalmente, para su familia o en su trabajo-. Tanto si lo odia como si lo abraza, en realidad no es una cuestión de “si” o incluso de “cuándo” se producirá inevitablemente el cambio, sino más bien una cuestión de: “¿Qué necesitaré para superarlo -y seguir liderando- cuando suceda?”.
Mis propósitos de Año Nuevo suelen durar aproximadamente cuatro días. Pero sigo haciéndolos cada año, porque aprecio la oportunidad de un nuevo comienzo y el empuje para hacer algunos cambios positivos en mi vida. A pesar de que muchos de nosotros profesamos odiar el cambio, también puede ser una época emocionante de nuevas posibilidades -para usted personalmente, para su familia o en su trabajo-. Tanto si lo odia como si lo abraza, en realidad no es una cuestión de “si” o incluso de “cuándo” se producirá inevitablemente el cambio, sino más bien una cuestión de: “¿Qué necesitaré para superarlo -y seguir liderando- cuando suceda?”.
En épocas de cambio, es habitual que tanto su capacidad (habilidad y experiencia) como su energía (motivación y confianza) en torno a las nuevas tareas sean bajas. Es en estos momentos de baja energía y capacidad cuando muchas personas quieren abandonar (y lo hacen). Pero antes de tirar la toalla, pruebe estas tres estrategias para ayudarse a sí mismo y a los demás a superar los difíciles momentos de cambio.
Fije sus expectativas desde el principio.
Solía organizar eventos especiales, y una vez un amigo me dijo que esperara que al menos tres cosas salieran mal el día del evento. Como esperaba esos retos, estaba mucho más preparado para afrontarlos. Incluso podía rezar para tener la fuerza de manejarlos antes de que ocurrieran. Cuanto más acepte el cambio, los obstáculos y la energía fluctuante como algo normal y evite la catastrofización, más éxito tendrá.
Descubra las herramientas para desarrollar su capacidad.
Lidere con curiosidad: “¿Por qué no ha salido como yo pensaba? ¿Qué me llevo? ¿Qué enseñanza de esa persona o grupo me ayudará en el futuro?”. Encuentre algunos mentores creíbles y dignos de confianza. Haga una lista de preguntas o cosas que quiera aprender y estén relacionadas con su nueva responsabilidad, e intente tachar una cada semana.
Encuentre el combustible que necesita para acumular energía.
Sabiendo que su confianza y/o deseo pueden decaer, piense en momentos anteriores de su trabajo en los que eso ocurrió. Identifique lo que le ayudó a aumentar sus reservas mentales, espirituales, físicas y emocionales, e invierta tiempo en esas cosas.
No puede evitar que se produzcan cambios, pero merece el apoyo necesario para navegar y liderar a través de ellos de la forma más eficaz posible. Al reconocer los momentos en los que tanto su capacidad como energía pueden estar bajas y asegurarse las herramientas que necesita para potenciarlas, maximizará el potencial que Dios ha puesto en usted, en cualquier nuevo contexto en el que se encuentre este nuevo año.
Dan Cellucci es el CEO del Catholic Leadership Institute.