Pocos católicos locales han oído hablar alguna vez de la tribu Santhal, la población tribal más grande del sur de Asia, ubicada en el este de la India. Aparentemente no tienen conexión ni con California ni con el catolicismo. Sin embargo, como dice el refrán menos conocido, todo empezó cuando un jesuita entró en una parroquia...

En este caso, el Padre María Joseph Savariappan S.J., que estudiaba en la Universidad de San Francisco, entró en la parroquia de Annette Venables, Nuestra Señora del Monte Carmelo en Mill Valley, como sacerdote visitante en 2017. En los bancos, Annette escuchaba atentamente cuando el Padre María Joseph compartió sobre su vida en la India, sobre la transformadora misión Jesuita en Bengala Occidental, específicamente su misión de educar a la tribu Santhal. Para ella, lo que surgió de esta visita fue un camino de vida para el que no estaba preparada en lo absoluto.

Este giro inesperado se produjo tras una conversación con el Padre María José. Annette recordó: “Estábamos parados en las escaleras y el Padre me decía: ‘Es muy difícil para mí cuando viajo a Europa o vengo aquí a los Estados Unidos tratar de explicarle a la gente cómo son nuestras vidas, es algo que realmente tienes que ver.” Su reacción la sorprendió: aceptó ese instante viajar a la India para verlo por sí misma.

“Hasta el día de hoy, no sé cómo ni por qué esas palabras salieron de mi boca. Realmente siento que fue un momento del Espíritu Santo.” Después de ese encuentro, Annette fundó Tribe Rising India, una iniciativa para construir escuelas Jesuitas para los niños del pueblo Santhal, un grupo del que nunca antes habían oído hablar. “Llegué a casa y le conté a mi marido mis planes, y casi se cae de la silla.”

Su experiencia revela cómo una discípula misionera, abierta a momentos tan llenos de gracia y a través del poderoso testimonio de un sacerdote en una liturgia, puede tocar vidas y cambiar el mundo de maneras que nunca imaginó.

Alcance Inspirado Por el Espíritu Santo

Sólo un par de meses después de aquella conversación con el Padre María Joseph, mientras también participaba por primera vez en los ejercicios espirituales en el Centro de Retiros Jesuitas de Los Altos, viajó a la India. “Probablemente porque estaba en medio de una transformación espiritual personal, fui al extranjero con el corazón muy abierto a lo que el Espíritu Santo quisiera.” También viajó con la bendición de su director espiritual. Sin embargo, nadie, ni ella misma, ni su director, ni su marido, Paul Venables, que también participaba en los Ejercicios Espirituales Ignacianos, previeron lo que vendría después en 2019: la creación de Tribe Rising India. 

Anteriormente, Annette no tenía ninguna conexión ni deseo de viajar a esa región. “No tenía ningún interés en ir a la India, y lo único que puedo atribuir es a tener ese corazón abierto a reconectarme con Dios a través de los ejercicios Ignacianos.” Incluso después de haber aceptado, Annette admitió sentirse profundamente aprensiva por el viaje. "Honestamente, nunca tuve más miedo de nada que cuando abordé ese avión.”

En India, Annette se quedó en el centro de retiros Jesuita en Kolkata (antes Calcuta), cerca de la casa madre de las Misioneras de la Caridad. Pasó tiempo orando en la tumba de Santa Madre Teresa. “Hay un espíritu hermoso en ese lugar,” recordó Annette. “Cuando estuve en su tumba, fue como si de repente tuviera la sabiduría de preguntarme a mí misma: ‘¿A qué le tengo miedo?’” Caminó por las calles de West Bengala y fue testigo de la gran diferencia entre las clases sociales o castas, donde la gente mendigaba y vivía en la tierra al lado de la carretera frente a la tienda Apple. “Al día siguiente, conocí a los niños y el resto del viaje fue asombroso.”

El Alcance a los Santhals

Para poner la necesidad en contexto, los Santhal son más de 10 millones de personas (aproximadamente la mitad de la población de Nueva York) y son la tribu más grande de la India actual. Están por debajo de la casta más baja, las llamadas Tribus Desfavorecidas (o lo que solían llamarse los intocables) en la India. La tasa de alfabetización entre las tribus de la India es sólo del 25%, y los adultos son jornaleros. La misión de los Jesuitas en Bengala Occidental es educar a los niños Santhal, quienes comúnmente abandonan la escuela en cuarto grado.

Tribe Rising India ha construido una gran escuela, Saint Xavier's, en la ciudad de Gurap. Actualmente, 500 estudiantes van por un camino que no habrían seguido antes de recibir una educación de calidad y empoderarlos para romper el ciclo de la pobreza. La escuela de Annette tiene capacidad para 1.200 estudiantes y, debido al éxito de Tribe Rising India, toda la provincia Jesuita ha vuelto a comprometerse con la educación Santhal, y se están planificando más escuelas.

“Es la estructura del sistema educativo Jesuita lo que nos permite hacer esto,” explicó. Esta colaboración entre Tribe Rising India y los Jesuita es un testimonio del poder transformador de los momentos llenos de gracia, las homilías impactantes y el potencial que tiene una persona, en colaboración con su comunidad local, para marcar una diferencia significativa en las vidas de los lugares más inesperados.

St. Xavier en Gurap

La escuela ofrece una solución a la baja tasa de alfabetización y los desafíos socioeconómicos que enfrentan los tribales. Para asistir a internados públicos, un paso necesario hacia la educación superior, los Santhal se vieron obligados anteriormente a dejar atrás su aldea y, por lo tanto, su cultura. Los Jesuitas, por el contrario, establecieron sus escuelas entre los Santhal para ayudar a preservar su cultura, al mismo tiempo que los invitaban a experimentar la fe católica.

La escuela también cuenta con Jesuitas que crecieron en la pobreza y padres de los estudiantes. Paku es madre de Payel, de noveno grado, y Piyali, de quinto grado. Paku pone la educación de sus hijas por encima de todo: “¡Estoy muy orgullosa de mis hijas! El programa y los estudios en Saint Xavier son excelentes. Pueden concentrarse en su aprendizaje y en sus sueños para el futuro aquí en la escuela.” Paku también comentó que sus hijas tienen más seguridad en sí mismas y que ella y su esposo, un albañil, están dedicados a hacer lo que sea necesario para que sus hijas sigan en la escuela.

Tribe Rising India está cambiando la narrativa de una cultura en la que la mayoría de los estudiantes huyen cuando son adolescentes porque les preocupa ser una carga para sus familias. “Tal vez se sientan un poco más seguros de que hay un lugar para ellos o de que tienen derecho a cambiar sus vidas,” continuó Annette, “la educación abre mundos”.

Annette describió cómo los beneficios tangibles para las familias y los estudiantes también son inmediatos: “Las familias han compartido lo aliviados que se sienten de tener una escuela que se preocupa por sus hijos. Nos han dicho cosas como: ‘Trabajamos todo el día y nos preocupa que nuestros hijos no estén supervisados; que no están comiendo, que no están aprendiendo.’” Además de la supervisión, las comidas y la tutoría, los estudiantes tienen acceso a una enfermera titulada que trabaja en una escuela vecina; las niñas también pueden discutir cuestiones de higiene específicas relacionadas con las mujeres, lo que sigue siendo un tabú entre las tribus.

“Pongo Tu Polvo Sobre de Mí.”

Annette se ha visto profundamente transformada en su fe gracias al testimonio de los Santhal: “Es un pueblo increíblemente acogedor.” Ella habló de un poderoso ejemplo que ilustra esto: “Tienen una ceremonia que implica el lavado de los pies y la unción de la cabeza. Luego se pasan la mano por la cabeza después de haberse inclinado ante ti. Es lo opuesto a ‘sacudir el polvo de tus pies.’ Es más bien ‘pongo tu polvo sobre de mí.’”

Esta ceremonia resume cómo, cuando un discípulo misionero emprende cualquier tarea, está asumiendo la carga del otro, o el “polvo” del otro, por así decirlo. La humildad de los Santhal ha impactado profundamente a Annette, quien ahora trabaja incansablemente desde California para ayudar a la misión de los jesuitas a través de Tribe Rising India. “Estas personas, que no tienen nada, te dan la bienvenida a sus vidas y quieren darte cosas y sacrificarse por ti. Su gratitud es inmensa.”

Todavía queda mucho trabajo por hacer, y todos los aspirantes a discípulos misioneros nunca deben tener miedo de entregarse inesperadamente, como lo ha hecho Annette, incluso si están cognitivamente inseguros. Fiel a la espiritualidad Ignaciana en la que se formó cuando comenzó Tribe Rising India, Annette ofreció esta sabiduría: “San Ignacio siempre dijo que los 18 pulgadas más largos del mundo van desde la cabeza hasta el corazón.” Si nunca hubiera conocido al Padre María Joseph, una de las personas más alegres y de corazón abierto que ha conocido, como le dijo a The Valley Catholic, “nunca habría dado ese salto de fe.” En su caso, este largo viaje de 18 pulgadas, que retrocedió desde el corazón hasta la cabeza, fue muy breve después de conocer a los niños a los que ahora atiende Tribe Rising India.