Un Líder Inclusivo y Semejante a Cristo

Linda recordó cómo el plan pastoral del Obispo McGrath estaba imbuido de la misma empatía y amabilidad que guio todas sus decisiones. “Tenía una profunda preocupación y compasión por todos.”  Ella relató que, desde el principio, el Obispo McGrath y aquellos con los que trabajó estaban unidos en imaginar la Iglesia abierta a todos. Juntos desarrollaron un plan “a través de una extensa consulta de tres años con feligreses, clérigos, religiosos y personal de toda la diócesis.”  Al comprometerse a colaborar estrechamente con los sacerdotes, los religiosos y los laicos de la diócesis, el Obispo McGrath cumplió con su deber sagrado al personificar el rostro de Cristo. “Creo que es una de esas pocas personas en las que realmente ves el rostro de Cristo. En mi opinión, se esforzó constantemente por ser el rostro de Cristo y buscó reconocer esa misma esencia en cada persona.”

Un Pastor Compasivo

Durante posiblemente una de las épocas más plagadas de escándalos en la Iglesia, el Obispo McGrath fomentó el apoyo y la sanación de las víctimas sobrevivientes del abuso sexual del clero. “Él creía que cuando un miembro del Cuerpo de Cristo ha sido lastimado, todo el Cuerpo sufre,” dijo Linda. “Estaba indignado y desconsolado porque algunos miembros del clero habían abusado de personas inocentes. Realizó sesiones de escucha con las víctimas-sobrevivientes para escuchar sus historias y comprender su trauma, ofreciendo compasión y buscando el perdón.” También participó en discusiones francas con sus sacerdotes, agregó Linda, “quienes, como él, soportaron la agonía de su pueblo y las consecuencias de la crisis en lo profundo de sus corazones”.

Una Conexión Personal

Su amabilidad también fue uno de los aspectos más transformadores de trabajar con el Obispo McGrath. “Él podía detenerse en una procesión, girar, ver a alguien, darle la mano y esa persona se sentía vista,” recordó Linda. “Todos se sentían especiales y considerados en su presencia. Recordaba los nombres de niños y familias. Eso es impresionante considerando las miles de personas que conoció.” Linda señaló: “Las historias compartidas en su funeral revelaron que las personas sentían una conexión personal. Me reveló profundamente sobre cómo cuidaba y pastoreaba a su pueblo.”

Juntos en la Fe Para Siempre

Con el tiempo, Linda se convirtió en una de las amigas del Obispo McGrath. “Coincidentemente compartíamos el cumpleaños, y todos los años me llamaba para desearme lo mejor. Este año, sin su presencia, mi cumpleaños se sintió notablemente incompleto.” Linda y su familia habían estado planeando una visita especial del difunto obispo antes de que muriera. “Habíamos planeado invitarlo a nuestra casa en la primavera. Sin embargo, el Señor llamó a mi querido amigo a su hogar eterno. No tengo ninguna duda de que recibió al obispo con los brazos abiertos en la mesa de la abundancia, rodeado de seres queridos y lleno de un sinfín de historias.”  Linda y muchos otros que trabajaron y compartieron la amistad del Obispo McGrath lo extrañarán mucho, “pero estamos agradecidos de que ‘Juntos en Cristo,’ nuestra diócesis y sí, nuestras vidas, hayan sido transformadas para siempre por la bendición de su presencia y gracia.”