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 | Heather Gloster Directora de Cementerios de la Diócesis de San José

El Camino Hacia el 2031: Reflexión de Alcance de una Delegada del Sínodo Diocesano y Miembro del Equipo

¿Puede resumir brevemente sus expectativas cuando inició el proceso de planificación pastoral y cómo han cambiado al colaborar en el plan pastoral?

Sinceramente, no sabía qué esperar al iniciar el proceso. Ser elegida como delegada del sínodo diocesano fue un honor, particularmente para representar a los cementerios diocesanos cuando salimos de la pandemia. Me sentí responsable de representar a nuestros católicos difuntos y la salud de nuestra Iglesia universal, especialmente en un momento en el que tanta gente está sufriendo. Durante y después del proceso del sínodo, sentí mucha esperanza y optimismo acerca de hacia dónde se dirige la Iglesia y de que las prioridades en el plan pastoral son las correctas.

¿Cómo ha sido transformador personal y espiritualmente para usted trabajar en el plan pastoral?

La pandemia fue una época muy oscura, especialmente para quienes trabajamos en la industria de la muerte. Durante la mayor parte de dos años, atendimos a familias que estuvieron expuestas al COVID-19 para ayudarles a planificar sus funerales y cuidar a los fallecidos que habían muerto a causa de la enfermedad mientras seguíamos trabajando cerca unos de otros cuando la mayoría de los demás trabajaban de forma remota. El proceso sinodal no fue sólo un medio para lograr un fin, sino un camino transformador. Fue un camino para reconstruir puentes dentro de la comunidad y dentro de mí. Trabajar en el plan pastoral me acercó a los miembros de la comunidad católica local. A través de este proceso, sentí un profundo reavivamiento de mi propio corazón al ser testigo del Espíritu Santo obrando en muchos otros, todos comprometidos a transformar nuestra diócesis, la Iglesia Católica e incluso la humanidad en general. En medio de una época oscura y desafiante para el mundo, fue un poderoso recordatorio de que la presencia de Dios es constante y omnipresente.

Si tuviera que elegir una o dos palabras que resumen su experiencia como comisionada del plan pastoral, ¿cuáles serían y por qué?

Amada. He sido la Directora de Cementerios de la Diócesis de San José durante casi seis años. Anteriormente había trabajado con la Diócesis de Oakland en el mismo puesto. El trabajo como comisionada fue diferente. Cuando recibí la invitación para asistir el fin de semana del sínodo, me sentí honrada. Cuando fui seleccionada para unirme al Equipo de Acción y Alcance de Planificación Pastoral, fue cuando realmente me sentí amada. Fue mucho trabajo, muchas reuniones y discusiones, pero el amor de Dios estaba presente para sostenerme.

¿Qué faceta del Alcance y del plan de acción le entusiasma más?

Lo que más me emociona es que todos estábamos dispuestos a pensar fuera de lo común, ser honestos y vulnerables, impulsarnos unos a otros y pensar en formas de llegar a más personas, probar cosas nuevas e impactar vidas. El plan prioriza la organización de los recursos existentes y hacerlos más accesibles para los voluntarios y las parroquias para que pongan la ayuda en manos de las personas que más sufren. También queremos evangelizar a nuestras ovejas descarriadas de manera más eficiente, de una manera amable, afectuosa y amorosa. Cuando digo que personas reales serán salvadas, quiero decir que nuestro plan es tangible y se centra en poner recursos y la evangelización en manos de quienes trabajan directamente con el pueblo para que más personas reciban el mensaje de Dios.

¿Qué aspecto del Alcance, por medio del plan pastoral, cree que es el cambio más notable que podemos esperar?

Todos en el equipo del Alcance se concentraron en la organización, creando bases de datos diocesanos con función de búsqueda para oportunidades de voluntariado y recursos de servicios sociales de la diócesis. Caridades Católicas, por ejemplo, ofrece servicios de salud mental, vivienda y despensas de alimentos. Queríamos hacer más eficiente la búsqueda de los recursos disponibles en la diócesis. El otro aspecto es asegurarse de brindar información a las parroquias de manera concisa y colaborativa para que nadie sienta que necesita reinventar programas cada vez que quiera ofrecer ayuda. Esto tendrá un impacto significativo en la diócesis y en nuestra comunidad en general.

¿Puede comentar sobre los desafíos que enfrentamos como diócesis al implementar el plan de acción del Alcance?

Tenemos personas sufriendo que han abandonado la Iglesia por diversas razones. No podemos ignorar esas razones; necesitamos ser honestos con ellos y encontrarlos donde estén para reconocer ese dolor. Nuestro plan enfrenta el desafío de contratar e incorporar nuevos puestos y, con las finanzas que surgen de la pandemia, reconocemos que no es tarea fácil. A medida que avanzamos, esperamos que invertir en estos puestos nos ayude, como diócesis, a dedicar tiempo y energía a encontrar a las personas donde se encuentran: con suerte, dar la bienvenida a nuestros católicos no practicantes a la Iglesia, invitar a los no católicos a nuestra iglesias, y escuchar y dialogar con grupos marginados.

¿Qué la inspiró y guió a usted o a su equipo al discernir el plan? ¿O hubo una enseñanza de la Iglesia, una figura religiosa o un acontecimiento mundial que guió su discernimiento?

La guerra en Israel y Gaza tuvo un impacto en nuestra reflexión orante, particularmente cuando hablamos de los efectos de la salud mental, la pobreza, la falta de vivienda y el hambre en nuestra comunidad. También hago con frecuencia la novena a Santa Dymphna (santa patrona de las enfermedades mentales) y continué haciéndolo durante este proceso a medida que las necesidades de salud mental se incluyeron en nuestro plan.

¿Cómo ha crecido en su comprensión del ministerio del Alcance y cómo ha impactado su dedicación para implementar este plan pastoral?

A través de este proceso, obtuve una comprensión más profunda de los recursos que tenemos en toda la diócesis y una dedicación para garantizar que estos recursos se comprendan bien. Yo trabajo para la diócesis y no sabía que la mayoría de estos existían, por lo que no puedo imaginar que nuestros feligreses o comunidades los conozcan tampoco. Tenemos una verdadera oportunidad para ayudar a nuestras comunidades, no porque sean católicas, sino porque nosotros somos católicos, y mi dedicación para hacerlo solo ha crecido a través de este proceso.

Heather Gloster ha sido Directora de Cementerios de la Diócesis de San José desde 2018, y anteriormente ocupó el mismo cargo en la Diócesis de Oakland. Heather estudió Filosofía, Religión y Negocios en la Universidad Estatal de San Francisco y la Universidad de Stanford. Es una fanática trágicamente obsesiva del béisbol y su parroquia es Saint Robert en San Bruno.