
Las Historias Que Nos Tejen
El Papa Francisco y el Arte Sagrado de Contar Historias
El Papa Francisco y el Arte Sagrado de Contar Historias
El Papa Francisco nunca nos permitió olvidar que la narración es el centro de la fe. “Necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos.” Sin embargo, en el mundo actual de las noticias de última hora, a menudo difundimos fragmentos de datos en lugar de compartir significado; publicamos actualizaciones, pero estas, por sí solas, no logran tejer un tapiz completo de gracia.
El Papa Francisco nunca nos permitió olvidar que la narración es el centro de la fe. “Necesitamos una narración humana, que nos hable de nosotros y de la belleza que poseemos.” Sin embargo, en el mundo actual de las noticias de última hora, a menudo difundimos fragmentos de datos en lugar de compartir significado; publicamos actualizaciones, pero estas, por sí solas, no logran tejer un tapiz completo de gracia.
Desde que asumí el cargo de Directora de Comunicaciones en la Diócesis de San José, los mensajes anuales del Papa para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales a los comunicadores católicos me han servido de guía. Han transformado no solo mi forma de trabajar, sino también mi comprensión de lo que significa ser un narrador en la Iglesia.
“En el corazón de la experiencia humana,” nos recuerda el Papa Francisco, “el hombre es un ser narrador. Desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos.” Las historias nos visten, dice, “somos el único ser que necesita “revestirse” de historias para custodiar su propia vida.” Como los hilos forman una vestidura, las narrativas unen nuestras almas y protegen nuestra esperanza.
Ese mandato me impulsa a preguntarme cada vez que escribo una declaración, redacto un anuncio para un boletín o doy forma a un artículo de Valley Catholic, ¿esto ayuda a alguien a sentirse tejido en la tela de la misericordia de Dios?
El Papa Francisco instó con frecuencia a los comunicadores a “venir y ver,” y a encontrarse con las personas "donde están y como son.” Para The Valley Catholic, esto significa ir más allá de la cobertura de eventos para capturar la fe vivida, ya sea en la valentía silenciosa de los voluntarios que atienden a las personas sin hogar en Nuestra Señora del Refugio, en la devoción de un ministro de música en San Simón, o en la alegría de la Vigilia Pascual en San Víctor.
Para el Papa Francisco, esto empezó con la escucha. “Escuchar es, por lo tanto, el primer ingrediente indispensable del diálogo y la buena comunicación.” Entonces y ahora, nos insta a escuchar con el oído del corazón, cambiando para siempre la forma en que los comunicadores católicos captan el suspiro que se esconde tras la frase, la esperanza que se encuentra fuera del marco, las señales verbales y no verbales de Dios que ya obran en nuestra diócesis.
El Papa Francisco también nos situó a cada uno de nosotros en una narrativa más amplia, “La historia de Cristo no es patrimonio del pasado, es nuestra historia, siempre actual.” Cada artículo, cada declaración, cada publicación en redes sociales, cada anuncio en un boletín se convierte en una oportunidad para demostrar que “no hay historias humanas insignificantes o pequeñas.”
Al relacionar la imagen del tejido con la narración, el Santo Padre señaló, “Con Él [Jesús] podemos anudar el tejido de la vida, remendando los rotos y los jirones.” Aquí en Silicon Valley, donde las historias suelen celebrar los IPO y los logros tecnológicos, nuestra tarea es tejer narrativas que revelen el hilo divino que recorre la vida cotidiana, desde Palo Alto hasta Gilroy.
“Cuántas historias nos arrullan, convenciéndonos de que para ser felices necesitamos continuamente ganar, poseer y consumer.” Contra la corriente de mensajes vacíos, debemos crear historias que despierten la esperanza y fortalezcan la fe, y a quienes nos sentimos insensibles o apáticos, que nos conecten en lugar de aislarnos en ese tapiz de gracia. Como él insiste, “La comunicación debe ser un don, no una conquista.”
Para mí, tratar la comunicación como un don significa elegir hilos de compasión y verdad cada vez que escribo: hilos teñidos del Evangelio y ofrecidos libremente, nunca intercambiados por clics ni prestigio. Cuando tejemos esos hilos en boletines parroquiales, podcasts o Instagram, el tejido de la Iglesia en Silicon Valley se fortalece, sus colores se enriquecen, sus bordes se remendan por la gracia. Al Santo Padre, le estaré eternamente agradecida por cómo enfatizó que cada historia importa, que escuchar tiene prioridad antes de hablar y que la verdad envuelta en ternura puede mover montañas. Que su legado perdure en cada voz que ampliemos y en cada historia que revele la presencia de Dios entre nosotros en el Valle de Santa Clara.
Cynthia Shaw es la Directora de Comunicaciones de la Diócesis de San José y Editora Ejecutiva de The Valley Catholic. Ex estratega de crisis para organizaciones sin fines de lucro con dos décadas de experiencia en comunicación estratégica y participación digital, y con formación musical clásica, ahora disfruta sesiones improvisadasd de múisca ecléctica con su familia mientras busca nuevas ideas en un sinfín de pestañas abiertas en su navegador. Es una feligresa activa de Holy Spirit en San José.