Giang Pham

Giang enseña matemáticas e informática en su alma mater y atribuye su experiencia en la escuela católica a su éxito posterior en la Universidad de California en San Diego y con su grupo de Excelencia en Educación y Liderazgo Católicos (ExCEL por sus siglas en inglés) de la Universidad de Santa Clara. Está expresamente agradecido con sus instructores de Cristo Rey: “Cada maestro compartía su pasión no solo por servir a los demás sino también su pasión personal que conectaba con los estudiantes en un nivel más profundo.”

Habiendo estado donde ahora están sus alumnos, Giang compartió cómo relacionarse con sus alumnos mejora enormemente su experiencia docente: “Recuerdo vívidamente estas mismas aulas, viajar en las mismas camionetas para trabajar, estudiar, ser voluntario y compartir las experiencias transformadoras de los retiros. Esto crea una fuerte conexión con mis alumnos, extraída de mis experiencias personales, lo que me ayuda a guiarlos.” Los valores que ha formado a lo largo de su camino ahora los aplica en su salón de clases: “Mis maestros siempre conectaban sus enseñanzas con la justicia social que inspiró una estrategia que ahora empleo para promover la justicia y abrir las mentes en el aula. Estoy profundamente comprometido a fomentar un entorno donde los estudiantes no sólo aprenden académicamente, sino que también crecen intelectual, espiritual y éticamente”.

Naomi Islas-Lozano

Naomi Islas-Lozano actualmente cursa una maestría en educación en la Universidad de Santa Clara mientras trabaja para la Diócesis de San José. Como parte del Programa Católico de Maestría en Enseñanza (CatMAT por sus siglas en inglés), sus instructores la alentaron a postularse para enseñar kindergarten en una escuela primaria católica en el este de San José. "¡Esta es mi comunidad donde puedo marcar la diferencia!" afirmó, acreditando que su educación católica estuvo llena de modelos a seguir que no se dieron por vencidos con ella. Es ese sentido personalizado de amor y aliento lo que espera brindar a sus alumnos, reconoció con entusiasmo: “Siempre apreciaré a las personas que me ayudaron a llegar hasta aquí. Con su apoyo, pude buscar una carrera en la que pueda animar a estudiantes como yo.”

Renzo Silvera

Renzo Silvera asistió a la Universidad de Marquette y ahora trabaja en Cape Analytics, un socio de estudio y trabajo de Cristo Rey, donde ahora asesora y supervisa a los estudiantes pasantes de Cristo Rey. Él atribuye su objetivo de continuar con la educación superior a la educación católica. “Lo más importante de mi tiempo en Cristo Rey fue la idea de que todos íbamos a la universidad.” Habló de cómo su formación educativa impregna todos los aspectos de su carrera como analista de datos: “La piedra angular de mi educación fue el pensamiento crítico, una habilidad que se ha vuelto indispensable. La educación católica me enseñó a examinar nuestros proyectos, involucrarme profundamente en desafíos complejos y colaborar eficazmente para encontrar soluciones.”

Al supervisar a los pasantes de Cristo Rey, una función que él también ocupó una vez, “retribuir” es parte de su trabajo profesional: “Encuentro una inmensa satisfacción al generar un impacto positivo. Este espíritu de servicio, profundamente arraigado en mis experiencias en instituciones católicas, se ha integrado perfectamente en mi vida profesional.” Estas experiencias incluyeron que sus instructores identificaran sus talentos antes que él. Compartió: “La educación católica jugó un papel fundamental en mi camino. Mi estancia allí me permitió descubrir y fomentar mi pasión por los números y la ciencia, habilidades que no había reconocido en mí mismo.” Resumió su experiencia con la educación católica: "Me puso en un camino lleno de seguridad en mí mismo y entusiasmo.”

La transición de ser servido a servir

Los caminos de Giang, Naomi y Renzo tipifican los de decenas de miles de graduados de escuelas secundarias católicas en la Diócesis de San José. Si bien no todos regresan a trabajar en sus escuelas o vecindarios, el sentimiento general de retribuir y convertirse en "personas para los demás" es un objetivo universal de todas las escuelas católicas diocesanas. Giang comentó lo que esto significa para él personalmente: “Mi transición de ser alguien a quien se le sirve a alguien que sirve a los demás ha sido increíblemente gratificante, ya que me permite transmitir el invaluable servicio que recibí, capacitando a los estudiantes a los que ahora sirvo para navegar sus vidas y propios caminos con confianza y propósito.” Renzo hizo eco de esto: "Ha profundizado mi comprensión y aumentado mi gratitud por el compromiso y el esfuerzo que implica servir a los demás.” Para Noemí, la transición de ser servida a servir es la misma que ser amada y amar a los demás: “Tenemos que recordar que al servir y ser servido, ambos ganan amor y experimentan su belleza.”